Por REDACCION
WASHINGTON, 6 (AFP-NA). - El estado federal
estadounidense continuaba parcialmente paralizado este sábado por
quinto día, pero el presidente Barack Obama acentuó la presión
sobre la oposición republicana y pidió al Congreso que adopte
rápidamente un nuevo presupuesto para detener "esta farsa".
Pero aunque sin tocar la cuestión clave de la parálisis -la
ausencia de presupuesto para el ejercicio presupuestario 2014 que
se inició el 1 de octubre-, los legisladores de la Cámara de
Representantes lograron ponerse de acuerdo este sábado para
remediar una de sus consecuencias.
En la mañana, aprobaron por unanimidad, por 407 votos frente a
0, una medida que permitirá a los 900.000 empleados federales
obligados a tomar vacaciones forzosas sin sueldo recibir su paga
de forma retroactiva para todos los días perdidos de trabajo,
hasta que la parálisis llegue a su fin.
Eric Cantor, número dos de los republicanos en la Cámara, donde
son mayoría, se felicitó de que los legisladores "hayan tomado
nuevas medidas para tratar de aliviar el dolor provocado por la
parálisis presupuestaria".
El Senado debería expresarse sobre esta medida este mismo sábado.
Y antes de que se anuncie una solución final, el secretario
estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, anunció la restitución la
semana próxima de "la mayor parte de los empleados civiles" del
Pentágono obligados a tomar vacaciones sin sueldo por el bloqueo
presupuestario, que afectó a los 400.000 empleados del
Departamento de Defensa.
Muy implicado en esta cuestión, Obama anuló su gira a Asia y se
dirigió con dureza a sus adversarios republicanos en su locución
semanal de radio y televisión.
"Vayan y voten. Paren esta farsa y pongan fin al
cierre (shutdown, como se conoce a este bloqueo en inglés) ahora",
dijo el presidente.
El mandatario acusó al "ala derecha del partido Republicano" de
oponerse al voto del presupuesto en la Cámara de Representantes
donde, según él, la mayoría de los legisladores de ambos partidos
está dispuesta a votar.
Los republicanos, que se oponen a la reforma de la salud -
conocida como "Obamacare" y aprobada en 2010 y refrendada por la
Corte Suprema - cuya implementación entró en vigor el martes,
rechazan votar un presupuesto que no recorte su financiamiento.
"NO PAGARE UN RESCATE"
Los republicanos amenazan con atar a esta negociación
presupuestaria la autorización para que Estados Unidos emita más
deuda.
Pero Obama advirtió que no cederá al chantaje. "No pagaré un
rescate a cambio de la reanudación de la administración. Y por
supuesto no voy a pagar un rescate a cambio del aumento del tope
de la deuda".
Sin un acuerdo que permita aumentar el tope legal de
endeudamiento del país antes del 17 de octubre, Estados Unidos
podría entrar en moratoria por primera vez en su historia.
El tope de endeudamiento, que se alcanzó en mayo, es de 16,7
billones de dólares, y el déficit mensual ronda los 60.000
millones de dólares que deben ser obtenidos en los mercados
financieros.
La perspectiva puso cada vez más nervioso a los mercados
bursátiles durante la semana.
Para acentuar aún más la presión de los republicanos, el
secretario de Estado John Kerry advirtió que una crisis
presupuestaria prolongada en Washington podría debilitar la
posición de Estados Unidos en el mundo.
El presidente y sus aliados demócratas - mayoría en el Senado - propusieron negociar formalmente un presupuesto a largo plazo, pero como condición exigen la votación en la Cámara de Representantes -dominada por republicanos - de una ley de finanzas de seis semanas para reabrir el gobierno federal.
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