Por REDACCION
JOHANNESBURGO, 6 (AFP-NA). - Nelson Mandela, el héroe
de la lucha contra el régimen racista del apartheid y primer
presidente negro de la Sudáfrica democrática, murió ayer jueves a
los 95 años, anunció el presidente sudafricano Jacob Zuma.
"El expresidente Nelson Mandela nos ha dejado (...) ahora está
en paz. La nación ha perdido a su hijo más ilustre", anunció el
presidente Zuma en la televisión poco después de las 21H00 GMT.
"Se apagó apaciblemente (...) Nuestro pueblo pierde a un
padre", añadió, antes de anunciar que las banderas ondearán a
media asta a partir del viernes y hasta los funerales, cuya fecha
no precisó.
"Manifestamos la profunda gratitud por una vida vivida al
servicio de la gente de este país y de la causa de la humanidad",
sostuvo. "Es un momento de profunda tristeza (...) Te amaremos
siempre Madiba", el nombre con el que le conocían los sudafricanos.
Zuma instó a sus compatriotas a "comportarnos con la dignidad y
el respeto que Madiba personificaba".
Los homenajes del mundo entero se sucedieron desde Washington o
Brasilia, pasando por Londres, Sudáfrica o México al trascender la
noticia de la muerte del padre del nación sudafricana en su casa
de Johannesburgo.
"Una gran luz se ha apagado", dijo el primer ministro
británico, David Cameron.
En Washington, Barack Obama, el primer presidente negro de
Estados Unidos, destacó de Mandela que fue un hombre "valiente y
profundamente bueno".
Su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que su ejemplo
"guiará a todos aquellos que luchan por la justicia social y la
paz en el mundo" y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha
decretado tres días de luto por su muerte.
Mandela "representa la lucha contra el racismo, la violencia
política y la intolerancia", dijeron en un comunicado desde
Bruselas los mandatarios de la Unión Europea José Manuel Durao
Barroso y Herman Van Rompuy.
Mandela "fue mi héroe", dijo el futbolista brasileño Pelé desde
Brasil.
Centenares de personas se reunieron frente al domicilio de
Mandela en Johannesburgo para una velada que parecía más de
celebración que de recogimiento.
Ashleigh Williams, una vecina, explicó que "sabía que ese día
llegaría, pero puedo decir que el combate de nuestro Madiba bien
amado era justo, y que ahora es tiempo de que descanse".
LARGA ENFERMEDAD
Mandela, quien festejó sus 95 años el 18 de julio, había sido
hospitalizado cuatro veces desde diciembre de 2012, siempre a
causa de infecciones pulmonares.
Esos problemas recurrentes eran probablemente ligados a las
secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su estadía en la
isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo, donde
pasó 18 de sus 27 años de detención en las cárceles del régimen
racista del apartheid.
Tras ser un militante antiapartheid obstinado, el preso
político más célebre del mundo y el primer presidente negro de
Sudáfrica, había sido calificado por el arzobispo Desmond Tutu,
otro premio Nobel de la Paz por su compromiso contra el régimen
sudafricano, de "icono mundial de la reconciliación".
LUCHA POLITICA
Antes de su liberación, aprendió a conocer a sus adversarios.
Empezando por su lengua -el afrikaans y su poesía-, a perdonar y a
trabajar con ellos. Una vez liberado, les sedujo con su gentileza,
su elegancia y su carisma.
Bajo los colores del Congreso Nacional Africano (ANC), Mandela
fue el primer presidente de consenso de la nueva nación del "arco
iris", de 1994 a 1999.
Un papel que fue magnificado en la película "Invictus" de Clint
Eastwood, en el que se le puede ver conquistando el corazón de los
blancos que vinieron a apoyar al equipo nacional de rugby en la
Copa del Mundo de 1995, que ganó Sudáfrica.
Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en el
pueblito de Mvezo, en el Transkei (sureste) en el seno del clan
real de los Thembus, de etnia xhosa.
Detenido en 1962, fue condenado a cadena perpetua dos
años más tarde.
Durante su proceso, pronunció un alegato que se convirtió en
profesión de fe: "He luchado contra la dominación blanca y he
luchado contra la dominación negra. Mi ideal más anhelado ha sido
el de una sociedad libre y democrática en la que todos vivan en
armonía con iguales oportunidades. Espero vivir lo suficiente para
verlo. Pero si fuera necesario, es un ideal por el que estoy
dispuesto a morir".
Ausente de la escena pública desde 2010, Mandela se convirtió
en un héroe mítico, intocable, respetado tanto por el poder como
por la oposición. Sus compatriotas tardarán en olvidar su cálida
sonrisa.
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