Por REDACCION
LA PAZ, 26 (AFP-NA). - El presidente boliviano, Evo
Morales, salió este viernes a hacer frente a las protestas de
sectores bajos de las Fuerzas Armadas que piden reformas
institucionales, les exigió "disciplina" y advirtió que "abandonar
el cuartel es traición a la patria".
El mandatario reclamó que se mantenga la cadena de mandos que
es propia de la institución militar, y dejó claro que confía en
las Fuerzas Armadas, pese a denuncias de sedición de sectores de
suboficiales.
"Unas Fuerzas Armadas sin disciplina, dejan de ser Fuerzas
Armadas", dijo Morales.
Y en alusión al grupo de uniformados que sale en protesta a las
calles, recordó que "abandonar el cuartel es traición a la
patria".
Los suboficiales, que suelen ser aymaras y quechuas, denuncian
discriminación y condiciones generales muy desventajosas impuestas
por jefes y oficiales, mayoritariamente de origen mestizo o blancos.
"Hermanos cadetes, el pueblo los necesita. El pueblo confía en
los sargentos. Oficiales y comandantes, su presidente confía en
ustedes", continuó Morales durante un acto por el aniversario del
Colegio Militar de Ejército, en La Paz.
Centenares de sargentos y suboficiales volvieron a salir este
viernes en una manifestación de protesta, pese a las sanciones que
aplicó el jueves la cúpula castrense que calificó como "motín" y
"sedición" y una amenaza de golpe de estado a las protestas y
dispuso la baja de más de 700 uniformados.
Las sanciones profundizaron el descontento de los huelguistas y
este viernes las marchas se replicaban al menos en otras cuatro
ciudades de Bolivia donde grupos de suboficiales salieron a las
calles junto a sus esposas con el mismo reclamo de reformas
institucionales y por el fin de la discriminación racial en la
institución.
Tras la acusación de la cúpula castrense de denunciar que las
marchas tienen fines conspirativos y sediciosos, los sargentos
respondieron este viernes que sus reclamos son institucionales.
"No estamos buscando un golpe, estamos pidiendo justicia",
afirmó en diálogo con periodistas el suboficial Erick Magne, uno
de los que comanda las protestas y que fue dado de baja.
El gobierno apoyó las medidas del alto mando militar y ha
pedido a los huelguistas dialogar, aunque estos exigen que primero
se levanten las bajas de todos los suboficiales.
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