Por Redacción
LONDRES, 9 (AFP-NA). - Margaret Thatcher, fallecida ayer, dejó una huella imborrable en la economía británica y la estrategia de todos sus sucesores desde hace 20 años, fueran laboristas o conservadores, se ha medido a su
aplastante legado.
El actual primer ministro, el conservador David Cameron, no escapa a la regla. Su política económica, marcada por un drástico plan de rigor, suscita regularmente interrogantes en los medios de comunicación: ¿tendrá sobre el país efectos tan radicales como la de Margaret Thatcher?
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