Por Redacción
MADRID, 7 (AFP-NA). - Luis Domínguez, un hombre de 74 años que camina con una muleta, se levantó ayer a las 5 de la mañana para plantarse ante la casa de una mujer que no conoce e impedir a los responsables judiciales que la expulsen por no poder pagar la hipoteca.
Tres semanas antes, unos cien activistas del movimiento de los "Indignados" hicieron lo mismo por él, salvándolo de que le echaran de su vivienda en Parla, al sur de Madrid.
El desahucio de Domínguez se ha pospuesto hasta septiembre u octubre y durante este tiempo espera renegociar los términos de su enorme deuda de 90.000 euros con su banco. "Estoy más tranquilo, estoy muy contento", dijo, portando una camiseta verde en la que se lee "Stop desahucios", ante la casa de María José, de 53 años. “Estoy dedicado a la causa. Estos chavales luchan mucho. Esto es la solidaridad del pueblo", defendió.
La Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) nació en 2009 en Barcelona (noreste) y desde entonces intenta impedir los desahucios, entre otras cosas.
Y en las últimas semanas, los "Indignados", movimiento creado en torno al campamento de la Puerta del Sol de Madrid en mayo para protestar contra los efectos de la crisis económica, se han convertido en un ejército dispuesto a ayudar en todo el país contra estas expulsiones.
Los "Indignados" han contribuido a parar decenas de desahucios, incluso uno a una pareja de jubilados en la localidad de Orcoyen (norte) y de una madre soltera en Valencia (este).
Unos 200 activistas acudieron ante la casa de María José, en un cuarto piso en el barrio madrileño de Ciudad Lineal, en respuesta a una llamada de ayuda difundida en las redes sociales para impedir que los oficiales de justicia procedieran al desahucio.
Ella, su hija y su hijo, que es discapacitado, viven de una ayuda estatal de menos de 700 euros al mes y han intentado pagar los cerca de 200.000 euros que deben a Caja Mediterráneo.
"Ellos no quieren vivir en el piso sin pagar, quieren pagar según sus posibilidades", explicó Eloy Morte, portavoz de un grupo de Madrid contra los desahucios.
Los activistas coreaban "Este desahucio lo vamos a parar" y "María José, no estás sola" mientras esperaban durante horas fuera del edificio y los vecinos miraban desde las ventanas.
EL DESAHUCIO
VA EN AUMENTO
El número de desahucios aumentó considerablemente desde la caída del sector inmobiliario en España, en 2008, que causó una tasa de desempleo del 21,29% en el primer trimestre de este año, la mayor tasa entre los países industrializados.
La justicia española llevó a cabo un récord de 93.622 ejecuciones hipotecarias el año pasado, casi cuatro veces más que en 2007, según datos oficiales.
Los afectados denuncian que la ley favorece a los bancos en caso de que los propietarios no puedan cumplir con los plazos de la hipoteca.
Por eso piden que el gobierno cambie la legislación para permitir que los deudores puedan saldar su hipoteca entregando el piso al banco, como en muchos países Europeos y Estados Unidos.
Bajo la ley española, los bancos pueden subastar estos pisos y si nadie los compra, se los quedan por la mitad de su valor.
La semana pasada el gobierno aumentó este porcentaje al 60%, lo que dejará al ex propietario con menos deuda que pagar. También aumentó los fondos que un banco no puede embargar a un deudor para cobrar la deuda de unos 700 euros a 961.
Aunque las medidas son buenas, son "claramente insuficientes", según Morte, que añadió que los bancos deben asumir responsabilidades por los riesgos que aceptaron durante los tiempos del "boom" inmobiliario.
"Los bancos repartían hipotecas como si fueran barras de pan, sin ningún tipo de estudio previo", lamentó.
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