Por REDACCION
AFGANISTAN, 4 (AFP-NA). - Unas 300 personas
murieron por un gran desprendimiento de tierras en el noreste de
Afganistán, según las autoridades, que revisaron a baja el saldo
mortal este sábado y anunciaron el fin de las operaciones de
búsqueda de supervivientes.
"Tenemos una lista de 300 muertes confirmadas", declaró a
periodistas el gobernador, Shah Waliulah Adeeb, cuando la misión
de la ONU en Afganistán (Unama) daba el viernes por la noche un
balance de al menos 350 muertos.
El vicegobernador, Mohamad Bedar, precisó por su parte que el
número total de víctimas "no superará los 500 muertos".
"No podemos continuar las operaciones de búsqueda y salvamento
(de eventuales supervivientes) porque las viviendas están
enterradas bajo metros de tierra", agregó Adeeb.
La tragedia ocurrió el viernes en el distrito de Argo de la
provincia de Badajshan, una región pobre y montañosa fronteriza
con Tayikistán, China y Pakistán, y relativamente resguardada de
la violencia de los insurgentes talibanes.
Tras unas lluvias torrenciales, se formó un torrente de lodo y
de piedras que llegó por un valle encajonado hasta la localidad de
Aab Bareek donde vivían varios centenares de familias.
Pertrechados con palas, los equipos de rescate trabajaron
durante horas para limpiar los escombros de unas 350 a 400 casas,
con la esperanza de encontrar a gente atrapada.
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