Por Redacción
LA HABANA, 20 (AFP-NA). - El presidente de Cuba, Raúl Castro, reemplazó ayer a su hermano Fidel en la jefatura máxima del Partido Comunista (PCC), concentrando todos los cargos de la cúpula del poder, según la elección de la agrupación, difundida en vivo por la televisión local.
Fidel Castro, el legendario líder máximo de Cuba durante medio siglo, es ahora sólo un "soldado de las ideas", de 84 años, tras abandonar ayer su último cargo de poder, la jefatura del gobernante Partido Comunista (PCC).
De chaqueta oscura y camisa a cuadros, Castro presenció la clausura del VI Congreso del PCC, en la que su hermano, de 79 años y a quien cedió el mando de la isla cuando enfermó en 2006, lo reemplazó como primer secretario del PCC, el cargo más importante en un sistema comunista, que ocupaba desde que en 1965 fundó el Partido.
Poco antes de la elección del selecto Buró Político del Partido, de 15 miembros, Fidel confirmó en un artículo de prensa lo que había dicho en marzo: que en julio de 2006 renunció "sin vacilación" a todos sus cargos, incluso al del PCC, aunque en estos cinco años siguió siendo llamado primer secretario y a Raúl el segundo.
"Les prometí ser un soldado de las ideas, y ese deber puedo cumplirlo todavía", escribió el ex gobernante.
De reconocida oratoria incontinente y hombre de tribunas, se dedica en su retiro a escribir de problemas mundiales. En cuatro años de convalecencia sólo apareció en vídeos y fotos, pero en julio de 2010 mostró una sorprendente recuperación y reapareció en público.
Unico sobreviviente de los protagonistas de la Guerra Fría y una de las figuras más polémicas del siglo XX, Castro gobernó 48 años, siempre enfrentado a Estados Unidos.
El barbudo guerrillero, de emblemático uniforme verde olivo, llegó al poder el 1 de enero de 1959 tras luchar 25 meses en la Sierra Maestra y derrocar al dictador Fulgencio Batista.
Inspirador de pasiones extremas, este hombre de aplastante personalidad es considerado por sus seguidores un revolucionario humanista, paradigma de justicia; y por sus opositores un dictador inflexible, represor de libertades.
Tras haber apoyado movimientos armados izquierdistas, llega al final de su larga carrera política en momentos en que la izquierda gobierna en varios países de América Latina.
Sobrevive a 11 presidentes en la Casa Blanca, cientos de conspiraciones, la invasión de Bahía de Cochinos, crisis bélicas y económicas, bloqueos y a la caída del muro de Berlín.
Tras un frenético ritmo de actividad política, su enfermedad y retiro pusieron fin a una era en la historia de la isla marcada por su fuerte liderazgo, bajo el cual nació el 70% de los 11 millones de cubanos.
No obstante, el "Comandante en Jefe" seguirá ejerciendo poderosa influencia en los destinos de Cuba, clave en el alcance y ritmo de los cambios que impulsa su hermano.
Ya lo dijo en una ocasión: "Jamás me jubilaré de la política, de la revolución o de las ideas que tengo". "El poder es una esclavitud y soy su esclavo".
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