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Internacionales Domingo 7 de Mayo de 2017

Europa más desigual y un modelo en crisis

ELECCIONES FRANCESAS DE FONDO

REDACCION

Por REDACCION

BUENOS AIRES, 7 (especial para NA, Nicolás Tereschuk).- Las tensiones de la fragmentación social y la desigualdad, en un contexto de crisis del modelo de integración europea, aparecen como telón de fondo de las elecciones francesas.

En una reciente columna en el diario The New York Times, el analista Ross Douthat afirmó que los problemas franceses "guardan cierto parecido" con los de Estados Unidos en la actualidad.

"En Europa como en los Estados Unidos, ciertas tendencias en la cultura y en la economía han elevado a una clase alta educada, al tiempo que la han separado, geográfica e ideológicamente y de varias otras formas de una declinante y fragmentada clase obrera", puntualizó Douthat.

Al mismo tiempo, "en Europa al igual que en los Estados Unidos una población inmigrante creciente sirve a esa clase alta mientras aparece como compitiendo con los ciudadanos nativos en declinación por los trabajos, la vivienda y los beneficios sociales".

"En Europa como en los Estados Unidos, la coalición de centroizquierda se ha convertido en una especie de arreglo clientelar entre una meritocracia multicultural y grupos minoritarios nuevos y viejos, mientras que la clase trabajadora blanca navega hacia la derecha y vota por el Brexit, (Donald) Trump y ahora (Marine) Le Pen", puntualizó.

A su vez, el diario británico The Guardian, a través del columnista Larry Elliott planteó un escenario de frustración prolongada para Francia. Señaló que desde hace 30 años, los mandatarios franceses provenientes de los principales partidos de centroizquierda y centroderecha no han podido "resolver" los problemas económicos del país.

"Algo dice sobre el pobre desempeño el hecho de que bajo la gestión de François Hollande un crecimiento de algo más de 1 por ciento en 2016 haya sido bueno en comparación con los años recientes", advirtió Elliott.

Destacó que el desempeño económico de Francia en los años recientes "ha sido decepcionante, especialmente cuando se lo compara con el de Alemania".

"Hace quince años, los dos grandes países de la eurozona disfrutaban de estándares de vida comparables. Hoy en día, los de Alemania son al menos un quinto más altos que los de Francia. De igual modo, cuando comenzó a circular el Euro, en 2002, las tasas de desempleo tanto de Francia como de Alemania eran de alrededor del 8 por ciento. En la actualidad, la desocupación en Alemania está por debajo del 4 por ciento, mientras que en Francia está cerca del 10 por ciento", remarcó.

Hay más datos económicos sobre los que poner la lupa para entender el clima político francés -y europeo- donde florecen los "outsiders".

La columna de Elliott los lista: casi uno de cada cuatro menores de 25 años está desocupado, lo cual implica una tasa de desocupación en esa franja mucho más alta que la de Alemania.

Y más del 85 por ciento del crecimiento del empleo durante 2016 en Francia se debió a empleos temporarios, la mayoría de ellos correspondientes a contratos de menos de un mes de duración.

"Estos no son problemas nuevos. Desde mediados de los años 90 hasta el comienzo de la crisis financiera internacional en 2007, sólo Italia entre los miembros ricos de la OECD ha crecido más lentamente que Francia. Desde la crisis, la recuperación de Francia quedó muy por detrás de las de Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania", recordó el analista.

Del lado positivo, están buenos niveles de productividad, una fuerte base industrial y niveles de desigualdad similares a los de Alemania y Holanda -mucho más bajos que los de Estados Unidos y Gran Bretaña-.

De todos modos, el "complejo de inferioridad" con respecto a una Alemania más fuerte económicamente -un tema que no es cualquiera en la memoria europea- se hace notar.

Y de fondo están los problemas de la integración europea: "el desempleo económico divergente ha dejado a Francia en un rol claramente secundario, por lo que Alemania está preocupada de que más integración quiera decir habilitar cheques en blanco al resto de la eurozona", indicó.

"Berlín se ha vuelto más impaciente del fracaso de los políticos franceses para llevar adelante reformas que han prometido. Como resultado de ello, ya no se trata de una sociedad entre iguales Angela Merkel nunca tomó a Hollande con seriedad", advirtió Elliott.

Algunos datos y miradas que servirán para tener a mano cuando se conozcan los resultados de la elección francesa de este domingo y se dé un paso más en la redefinición del futuro de Europa.

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