Por REDACCION
PYONYANG, Corea del Norte, 11 (FP). - Kim Jong-un reveló un proyectil de largo alcance transportado por vehículos de 11 ejes de largo. "Es el mayor misil móvil de combustible líquido visto hasta ahora", explicó un analista de la Federación de Científicos Americanos.
Este nuevo proyectil, cuyo nombre se desconoce y que Pyonyang no ha testado aún, fue uno de los nuevos activos del programa de misiles que Corea del Norte exhibió durante la marcha militar celebrada en la madrugada del sábado con motivo del 75 aniversario del partido único y emitida en diferido por la televisión norcoreana.
Corea del Norte lleva sin lanzar a modo de prueba un ICBM desde noviembre de 2017, cuando probó el Hwasong-15- el proyectil de mayor alcance del régimen hasta la fecha y que también apareció en el evento.
Aunque el dictador norcoreano evitó enviar un mensaje duro a Estados Unidos en el discurso pronunciado antes del desfile, la exhibición de este nuevo proyectil más grande que el Hwasong-15 (que tiene capacidad potencial para alcanzar territorio estadounidense) alerta al mundo de que Pyongyang seguirá desarrollando misiles cada vez más sofisticados si no logra sellar la paz con Washington.
En su intervención, Kim Jong-un dijo que su régimen "seguirá fortaleciendo su fuerza militar para auto defensa y disuasión", pero aseguró que "nunca la usará para atacar de manera preventiva".
Entre las novedades exhibidas en el desfile contaron también unas nuevas lanzaderas erectoras móviles de gran tamaño transportando el nuevo misil, y también otro nuevo proyectil de alcance intermedio, aparentemente llamado Pukguksong-4.
Pyongyang también expuso nuevos sistemas de radar anti-aéreos e incluso blindajes para sus unidades de infantería.
Todo ello plantea dudas sobre el cumplimiento de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU como castigo a sus pruebas de armas, con las que se pretende cortar el suministro de materiales y tecnología para el programa nuclear y de misiles del ejército norcoreano.
Corea del Norte realizó su gigantesco desfile militar en la madrugada con miles de soldados sin mascarilla en un país que cerró sus fronteras hace ocho meses y en el que según su dirigente, Kim Jong Un, no hay un solo caso de coronavirus. El esperado acto formó parte de las conmemoraciones del 75º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, en el poder.
En un discurso ante el público, Kim Jong-un se mostró agradecido de que "ni una sola persona" hubiera contraído el coronavirus en el país, y afirmó que deseaba "buena salud a todas las personas del mundo que luchan contra los males de este funesto virus".
Sus datos optimistas son incomprobables si se tiene en cuenta el hermetismo con el que se maneja el régimen y su larga historia de ocultar información.
La emisión televisiva comenzó con una imagen de un cartel propagandístico de las conmemoraciones, en el que aparecen tres norcoreanos con los símbolos de una hoz, un martillo y un pincel, y el lema "La mayor victoria para nuestro gran partido".
A diferencia de otras ceremonias de esta naturaleza, la prensa extranjera no fue autorizada a presenciar el desfile y como muchas embajadas están cerradas por el coronavirus, apenas muy pocos observadores extranjeros en la capital.
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