Por Redacción
ROMA, 25 (AFP-NA). - Los italianos comenzaron a elegir ayer y continuarán hoy diputados y senadores en unos comicios cruciales para el
futuro del país y de la Unión Europa, observados con inquietud
ante el riesgo de una inestabilidad política que podría poner en
peligro a la tercera economía de la zona euro.
Los colegios electorales cerraron el domingo a las 21H00 GMT y
deben reabrir el lunes de 06H00 a las 14H00 GMT.
El domingo en la noche, tras el cierre de las oficinas de
votación, la tasa de participación superaba el 50% de los 47
millones de italianos llamados a las urnas, un porcentaje un poco
inferior que en las generales de 2008 a la misma hora, según las
estimaciones del ministerio del Interior.
La votación es para renovar el Congreso (630 diputados) y el
Senado (315 senadores), cuyas mayorías determinarán el color
político del próximo primer ministro.
Cuatro coaliciones se enfrentan: la centrista, liderada por el
jefe de gobierno saliente Mario Monti, la de su predecesor de
derechas, Silvio Berlusconi, la del líder de la izquierda, Pier
Luigi Bersani al frente del Partido Democrático (PD) y la del
cómico convertido en político, Beppe Grillo, al frente del
Movimiento Cinco Estrellas (MCE) que cataliza el voto de protesta.
Los sondeos más recientes dan como ganador a Bersani con casi
el 34% de las intenciones de voto, seguido por la coalición de
derecha de Silvio Berlusconi, con cerca del 30%.
Berlusconi fue el protagonista involuntario de la jornada del
domingo cuando un grupo de feministas en topless intentaron
abalanzarse sobre él cuando iba a entrar en su colegio electoral,
en Milán. Las tres mujeres llevaban pintado en el pecho el lema
"Basta Berlusconi" y fueron detenidas rápidamente.
El primer ministro saliente, Mario Monti, fue el primero en
votar, también en Milán, con el semblante serio. Bersani, mas
relajado, votó un poco después en Piacenza (norte).
Pero la principal incógnita es saber si el próximo gobierno
tendrá la mayoría suficiente para garantizar la estabilidad
política. El
peor resultado tanto para los partidos como para los socios
europeos de Italia sería una mayoría diferente en el Congreso y en
el Senado, que convertiría el país en ingobernable.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.