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Internacionales Sábado 28 de Marzo de 2015

El copiloto del Airbus sufría grave depresión

ANDREAS LUBITZ OCULTO UNA ENFERMEDAD A COMPAÑIA GERMANWINGS

REDACCION

Por REDACCION

DÜSSELDORF, 28 (AFP-NA). - El copiloto que

estrelló el Airbus A320 en los Alpes franceses, dejando 150

muertos, ocultó a la compañía alemana de bajo coste Germanwings

que tenía una enfermedad, según la fiscalía, al tiempo que la

prensa atribuía al joven antecedentes depresivos. 

Andreas Lubitz ocultó que estaba de baja por enfermedad el día

de la tragedia, anunció el viernes la fiscalía de Dusseldorf (oeste).

Los investigadores encontraron en su domicilio certificados de

"baja médica detallados" que el piloto había roto y que

correspondían al "día de los hechos", el pasado martes, afirmó la

fiscalía en un comunicado, sin precisar de qué enfermedad se trataba.

Esos documentos "sustentan la tesis" según la cual Andreas

Lubitz, de 27 años, "ocultó su enfermedad a su patrón y a su

entorno profesional", señaló el comunicado de la fiscalía.


Los documentos hallados en el domicilio del piloto dan cuenta

de una "enfermedad existente y de tratamientos médicos

correspondientes", agregó la fiscalía.

En cambio, los investigadores no encontraron ninguna carta de

despedida o mensaje que anunciara un acto premeditado.


En tanto la ex novia de Lubitz, confirmó que este sufría una "grave depresión". La cadena francesa iTele ha tenido acceso a la declaración de la ex pareja del alemán, que fue interrogada por la policía de su país. Este medio ha avanzado también que los padres de Lubitz se encuentran en Francia y van a ser interrogados en breve por la Gendarmería.

Por su parte, la prensa alemana reveló el viernes que Lubitz,

aficionado al deporte y "muy competente", según sus allegados,

había sufrido una grave depresión hace seis años, cuando estudiaba

para piloto.

El joven había tenido que interrumpir sus estudios "durante

cierto tiempo", declaró el jueves el presidente de Lufthansa, casa

matriz de Germanwings, Carsten Spohr, quien agregó que no tenía

derecho a revelar las razones de esa interrupción. 

No obstante, Lubitz superó todos los tests, incluidos

psicológicos, previos a la contratación, dijo Spohr.

El joven padeció una grave depresión hace seis años, cuando

cursaba los estudios de piloto, afirmó el diario popular Bild, que

afirmó haber tenido acceso a documentos oficiales.

El piloto estaba desde entonces bajo vigilancia "médica

especial y regular", sostuvo el diario.


Lufthansa informó de ello a la autoridad alemana de supervisión

del transporte aéreo, la Luftfahrtbundesamt (LBA), según Bild.

El periódico Süddeutsche Zeitung, que no citó ninguna fuente,

afirmó por su parte que "aparentemente" los certificados de baja

médica llevan la firma de un "neurólogo y psiquiatra". 

Sin embargo, a través de los medios alemanes se conoció ayer que Lubitz estuvo recibiendo tratamiento médico y psiquiátrico por una profunda depresión hasta el mismo día de la tragedia. Una información que ha confirmado la Fiscalía. Al parecer Lubitz hacía algunas semanas que había roto con su novia, con la que llevaba siete años.


FAMILIARES

En Francia, la gendarmería reanudó el viernes a partir de la

localidad de Seyne-les-Alpes (sudeste) las operaciones de

recuperación de los cuerpos de las víctimas y la búsqueda de la

segunda caja negra del avión.

Allegados a las víctimas seguían llegando a Francia, donde se

previó un "importante dispositivo de acompañamiento", con 1.300

lugares para alojarlos y hasta 40 intérpretes "en ocho idiomas",

según las autoridades locales.


La investigación, dirigida por la justicia francesa, se

extendió el jueves a Alemania después de que el fiscal francés

Brice Robin revelara que la catástrofe se debió probablemente a un

acto voluntario del copiloto.

Para el fiscal, Lubitz aprovechó la ausencia por unos minutos

del comandante del vuelo para encerrarse en la cabina de pilotaje

y proceder a las maniobras para estrellar el avión.


Según el diario Bild, el comandante del vuelo intentó derribar

la puerta con un hacha, sin lograrlo. El Airbus A320 de la compañía alemana Germanwings, que volaba

de Barcelona a Dusseldorf, se estrelló el martes matando a las 150

personas que iban a bordo, entre ellas 75 alemanes y 51 españoles.

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