Por REDACCION
FERGUSON, 27 (AFP-NA). - La tensión
era palpable este miércoles en Estados Unidos, tras una segunda
noche de cólera por la liberación del policía blanco que mató a un
joven negro desarmado en Ferguson, en un hecho que reavivó los
viejos demonios del país: racismo e impunidad.
Decenas de miles de personas se manifestaron en 170 ciudades de
Estados Unidos el martes por la noche, para reclamar justicia tras
la decisión de un gran jurado de no imputar al policía blanco
Darren Wilson, que mató al joven negro Michael Brown, en un
polémico caso el 9 de agosto en Ferguson (Misuri).
La protestas fueron en su mayoría pacíficas, aunque en algunos
estados culminaron con detenciones. En Los Angeles, 180 personas
fueron arrestadas por la policía por haber bloqueado una
autopista, y una decena fue arrestada en Nueva York.
Es raro que las protestas por una causa alcancen a tantas
ciudades juntas en Estados Unidos. Este caso demuestra la
profundidad del trauma provocado por la muerte de Brown y entre
los ciudadanos alimenta el sentimiento de que nada cambiará.
Al caso de Brown se suma la indignación por la muerte de un
niño negro de 12 años, abatido el fin de semana por un policía
cuando manipulaba un arma de juguete en Cleveland (Ohio, norte),
donde también se realizaron marchas para pedir justicia.
El presidente Barack Obama, quien en varias ocasiones reiteró
sus llamados a la calma, reconoció que el problema va mucho más
allá de Ferguson. "Existe una profunda desconfianza entre las
fuerzas del orden y las comunidades de color en demasiadas
regiones", dijo.
La Oficina de Estadísticas judiciales ha identificado en
Estados Unidos 2.931 asesinatos "vinculados a arrestos" entre 2003
y 2009, en casi todos los casos con víctimas hombres, la mitad de
ellos entre 25 y 44 años.
Los negros representan 32% de estas víctimas, mientras que
representan solamente el 13% de la población.
Un hombre negro en Estados Unidos está obligado a aprender a
usar palabras y gestos que pueden evitar un malentendido fatal:
manos en el aire, decir "sí, señor", "no, señor".
La cólera de los manifestantes creció aún más con las primeras
entrevistas otorgadas por el policía Wilson. El agente afirmó que
fue atacado por la víctima y que tiene "la conciencia tranquila"
de haber hecho lo correcto.
Resta saber si las movilizaciones continuarán después de las
celebraciones de Acción de Gracias de este jueves, cuando los
estadounidenses aprovechan los días libres para reunirse con la
familia.
Mientras, una comisión del Senado organizará una audiencia
sobre la situación de los derechos cívicos en Estados Unidos el 9
de diciembre, y la justicia federal sigue adelante con una
investigación independiente para saber si el policía violó los
derechos cívicos de Brown.
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