Por Redacción
ROMA, 31 (AFP-NA). - La coalición de derecha del jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi registró ayer un humillante revés electoral al perder la alcaldía de Milán, su feudo desde hace 18 años, y salir derrotada en Nápoles, la capital
del sur.
En Milán, la alcaldesa saliente y candidata de Berlusconi, Letizia Moratti, obtuvo sólo el 44,9% de los votos contra el 55,10% alcanzado por el candidato de izquierda, el abogado Giuliano Pisapia, en la segunda vuelta electoral celebrada el domingo y lunes.
Pisapia, un tímido penalista de 62 años, promovido por el gobernador de Apulia, Nichi Vendola, proveniente de las filas de Refundación Comunista, se impuso por sorpresa en las primarias del Partido Democrático (PD) al candidato oficial.
Acusado por la derecha de ser un extremista, de querer convertir a la capital financiera en una "gitanópolis", logró unir a las fuerzas de izquierda y convencer al electorado, inclusive a una parte de la burguesía industrial milanesa, con un estilo educado, basado en el diálogo y los resultados concretos.
Hace 15 días, en la primera vuelta, Pisapia había conseguido superar a la alcaldesa por casi 6 puntos, obteniendo 48% de los sufragios contra 41,6%.
Milán, la capital económica de Italia, ciudad natal de Berlusconi y desde hace casi dos décadas su feudo electoral, además de ser la sede de su imperio mediático Fininvest, dio la espalda al primer ministro.
Un fracaso que tendrá repercusiones debido a que el jefe de gobierno había transformado las elecciones locales en un test sobre su persona, tras un año de escándalos sexuales y procesos judiciales por corrupción que han afectado negativamente la popularidad del multimillonario político.
Berlusconi participó activamente en la primera fase de la campaña e inclusive encabezó la lista municipal.
Someterse a la segunda vuelta en Milán representó una sorpresa y un duro golpe para el magnate, cuya popularidad cayó del 60% en el 2008 al 31% y decidió cambiar de estrategia, aduciendo que los candidatos presentados eran "débiles" y fomentando una campaña indirecta de descalificaciones contra Pisapia.
"Inicia una nueva era para Milán", declaró Pisapia tras conocer los resultados, visiblemente satisfecho y en medio a los aplausos de la muchedumbre que gritaba "Milán liberada, Milán liberada".
Con esta derrota, el mandatario italiano pierde el poder sobre la principal región económica del país, que pasa a manos de la izquierda ya que a la mayor ciudad industrial hay que sumar las conquistas en primera vuelta en Bolonia y Turín.
La mayoría de los analistas interpreta el fracaso de Berlusconi como el "comienzo del fin" de casi 20 años de berlusconismo. "Berlusconi quedó debilitado, se trata de un fracaso personal", comentó el experto francés Marc Lazar.
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