Por REDACCION
Al menos siete personas murieron en Bagdad por la represión de nuevas marchas contra el gobierno de Irak, horas después de que la policía matara a tres manifestantes en una violenta protesta contra un consulado iraní en el sur del país, informaron autoridades y medios.
Las marchas en la capital y zonas de mayoría chiita del sur de Irak comenzaron el mes pasado en coincidencia con una fuerte crisis económica, y tienen como blanco al gobierno y a varios partidos políticos que lo integran, a los que consideran corruptos y sectarios.
Cada vez más, los manifestantes están dirigiendo su indignación hacia el vecino Irán, que tiene estrechos vínculos con el gobierno, con partidos y con milicias de Irak, un país donde los musulmanes chiitas también son amplia mayoría.
Decenas de iraquíes prendieron fuego a neumáticos frente al Consulado de Irán en la sureña ciudad de Kerbala e intentaron trepar el muro perimetral del edificio mientras arrojaban bombas molotov hacia el interior.
Luego trataron de arrancar una bandera iraní y reemplazarla por una iraquí, pero no lo consiguieron. La bandera iraquí fue puesta entonces sobre el muro.
EL PACTO NUCLEAR
Irán, por otra parte, anunció nuevas violaciones a su acuerdo nuclear con las potencias, al comunicar que ahora opera el doble de centrifugadoras de uranio prohibidas por el pacto de 2015 y que está desarrollando un prototipo que es 50 veces más rápido que las permitidas por el acuerdo.
Con los trabajos en curso en esas centrifugadoras avanzadas, Irán recorta aún más el plazo de un año que, según expertos, necesita para poseer suficiente material para fabricar un arma nuclear, si es que lo hiciera, pese a sus afirmaciones de que no es su intención.
Los comentarios del director de la Organización de Energía Atómica iraní, Ali Akbar Salehi, llegan en momentos en que se esperan más anuncios de nuevas formas en las que Teherán podría quebrantar sus obligaciones en virtud del acuerdo.
Irán ha violado las limitaciones impuestas por el pacto a sus reservas de uranio y a sus niveles de enriquecimiento, en un intento de presionar a Europa para renegociar el acuerdo luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, retirara unilateralmente a su país del entendimiento.
Salehi dijo que Irán opera ahora 60 centrifugadoras de avanzada IR-6, el doble que hasta el momento, las que pueden producir uranio enriquecido con una velocidad diez veces mayor que las de primera generación, las IR-1, que estaban permitidas en el acuerdo.
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