Por Redacción
CADIZ, 16 (AFP-NA). - Los jefes de Estado y de gobierno de una quincena de países iberoamericanos se reunieron ayer en Cádiz en una cumbre centrada en la crisis que golpea a España y Portugal, a la que América Latina se propone como contrapeso defendiendo crecimiento frente a austeridad.
"España y Portugal atraviesan severos problemas económicos luego de haber alcanzado en las últimas décadas un vigoroso desarrollo económico y social", destacó el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, en la apertura de la XXII Cumbre Iberoamericana.
Ante la crisis, "están adoptando duras medidas de ajuste con elevados costos sociales, sobre todo en materia de empleo, bajo nivel de actividad y creciente endeudamiento de su sector público", agregó.
En este contexto, los países latinoamericanos, que en los últimos años registraron un fuerte crecimiento, quieren contribuir a la superación de una crisis que de prolongarse podría afectar también a sus economías, fuertemente dependientes de la exportación de materias primas.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.