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Internacionales Domingo 29 de Marzo de 2015

Copiloto de Germanwings quería que "todo el mundo" conozca su nombre

Una ex novia del copiloto de Germanwings dijo que cuando se enteró del accidente, recordó que había dicho: "Todo el mundo sabrá mi nombre". Esta auxiliar de vuelo dice que si él derribó el avión, "lo hizo porque sabía que su enfermedad le iba a impedir cumplir su sueño de ser comandante".

REDACCION

Por REDACCION

BERLIN / DÜSSELDORF, 29 (AFP-NA). - El copiloto

sospechoso de haber estrellado deliberadamente un avión de

Germanwings en los Alpes franceses había dicho que un día "haría

algo que cambiaría todo el sistema" y que "todo el mundo conocería

(su) nombre", según su ex novia.


En una entrevista al diario alemán Bild publicada este sábado,

Maria W., una azafata de 26 años presentada como la ex de Andreas

Lubitz, dice que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la

memoria una frase del piloto: "un día voy a hacer algo que va a

cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo

recordará".


Si Lubitz "ha hecho esto", "es porque comprendió que debido a

sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa,

como comandante y como piloto de largo radio, era prácticamente

imposible", añade en la entrevista.

Germanwings, la compañía alemana propietaria del Airbus 320 que

se estrelló, es una filial de bajo costo de Lufthansa.

La joven explica que la relación con Lubitz acabó "porque cada

vez era más evidente que tenía un problema. Durante las

discusiones se irritaba y me gritaba (...) Por la noche, se

despertaba y gritaba ¡nos caemos!".

"Siempre hablamos mucho de trabajo, y ahí se transformaba, se

enfadaba por las condiciones de trabajo. Poco dinero, miedo por el

contrato (de trabajo), demasiada presión", asegura.

"Era capaz de esconder a los demás lo que realmente le

ocurría", dice la joven, que asegura que "no hablaba mucho de su

enfermedad, sólo que tenía un tratamiento psiquiátrico a causa de

ello".

En tanto, investigadores creen haber hallado restos del copiloto tras los análisis de ADN, según destacó Bild, lo que es considerado como un paso clave para confirmar si había consumido medicación u otra sustancia en las horas previas al accidente. 


PROBLEMAS

OCULARES

Según el diario Welt am Sonntag, los investigadores

descubrieron en el domicilio de Lubitz "numerosos medicamentos"

para "enfermedades psíquicas". El joven, "gravemente depresivo",

habría padecido un "síndrome subjetivo de estrés" y lo habrían

atendido "varios neurólogos y psiquiatras".


La fiscalía de Düsseldorf, en el oeste de Alemania, anunció el

viernes que Lubitz había ocultado que estaba de baja médica el día

de la tragedia.

No obstante, no se ha encontrado ninguna carta de adiós que

desvele la intención del piloto de estrellar el pasado martes el

avión que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf, causando la muerte

de los 150 ocupantes del aparato.


La prensa alemana había afirmado el viernes que Andreas Lubitz

sufrió una grave depresión hace seis años, durante su formación

como piloto.

El periódico Süddeutsche Zeitung, que no citó ninguna fuente,

afirmó además que "aparentemente" los certificados de baja médica

llevan la firma de un "neurólogo y psiquiatra".


Bild y The New York Times también señalan que el joven tenía

serios problemas oculares que podrían haber llevado a que se lo

dejara de considerar apto para pilotar.

Un piloto de Germanwings, Frank Woiton, contó a Bild que Lubitz

"hablaba de su formación y decía cuán feliz estaba. Decía que a

corto plazo iba a volar en aviones de larga distancia y

convertirse en comandante de a bordo", agregó.


No obstante, la "personalidad" del copiloto es una "pista

seria", "pero no la única", declaró este sábado a la AFP un

investigador francés en la ciudad alemana de Düsseldorf.

El general de gendarmería Jean-Pierre Michel, subdirector de la

policía judicial, precisó que tampoco se descartaba la posibilidad

de que haya habido un "error involuntario o un fallo técnico".


A esta altura de la investigación, sigue sin hallarse ningún

"elemento particular" en la vida del copiloto, tal como una

ruptura amorosa o un problema profesional que podría explicar un

gesto voluntario para destruir el avión, declaró Michel.


Mientras tanto, en el sureste de Francia se reanudaron las

tareas de búsqueda en Seyne-les-Alpes, a diez kilómetros del lugar

en que cayó el avión. Según la gendarmería, en la zona están

trabajando por turnos unas 60 personas.


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