Por REDACCION
KIEV, 14 (AFP-NA). - Al menos 18 civiles murieron este
domingo en sangrientos enfrentamientos en el este de Ucrania entre
tropas regulares y separatistas prorrusos, provocando la
cancelación de un viaje relámpago a Rio de Janeiro del presidente
Petro Poroshenko, que aspiraba a entrevistarse con su homólogo
ruso Vladimir Putin.
En Rio de Janeiro, donde Putin asistió a la final del Mundial de
fútbol entre Alemania y Argentina, el presidente ruso se
entrevistó con la canciller alemana Angela Merkel, con quien
coincidió que la situación en Ucrania está deteriorándose.
Putin y Merkel abogaron por reanudar "urgentemente" las
negociaciones entre el gobierno y los separatistas prorrusos en
Ucrania, según indicaron por separado los portavoces del Kremlin y
del gobierno alemán.
En un encuentro de hora y cuarto consagrado por completo a la
situación en Ucrania, "Putin y Merkel llevaron a cabo un diálogo
constructivo, en profundidad" y "discutieron detalladamente las
opciones posibles para solucionar la situación en Ucrania", que
"tiende a deteriorarse", indicó el portavoz ruso Dimitri Peskov,
citado por la agencia Ria Novosti.
Ambos dirigentes destacaron "la necesidad de reanudar
urgentemente el grupo de contacto sobre Ucrania, posiblemente en
un formato de videoconferencia", añadió Peskov.
Por su parte, el portavoz del gobierno alemán calificó de
"seria" la situación en el este del país, donde han muerto 18
personas, y enfatizó que tanto Putin como Merkel abogaban por
"negociaciones directas" entre Kiev y los rebeldes prorrusos.
Entre las medidas propuestas para salir del conflicto, ambos
portavoces destacaron la declaración de un alto el fuego y el
intercambio de prisioneros, así como retomar las actividades de
vigilancia, según Moscú, y el control de las fronteras entre Rusia
y Ucrania, para Berlín.
La explosiva situación en Ucrania, al este de la Unión Europea,
se ha cobrado ya la vida de 550 personas.
Por otro lado, un grave incidente fronterizo este domingo
podría empeorar aún más las ya tensas relaciones entre Kiev y
Moscú.
Rusia advirtió a Ucrania que puede haber "consecuencias
irreversibles" después de que un hombre muriera en una ciudad
fronteriza rusa por un obús procedente de Ucrania.
Al menos 14 soldados murieron en las últimas 24 horas en
Donetsk y Marinka, dos localidades controladas por los rebeldes,
informaron el domingo los servicios médicos de la región .
Otros seis habitantes murieron en Lugansk, otro feudo de los
insurgentes, según la alcaldía, mientras el servicio de prensa de
la "operación antiterrorista" del gobierno de Ucrania hablaba de
tres militares muertos y otros tres heridos el domingo por la
mañana.
El ejército ucraniano, que tiene cercado Donetsk, llegó esta
semana a una distancia de 20 kms de la ciudad, y asegura haber
infligido "duras pérdidas" a los insurgentes, mediante bombardeos
aéreos tanto en esta localidad como en Lugansk, donde se señalaron
"movimientos de tanques".
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