Por Redacción
NICOSIA, 27 (AFP-NA). - Chipre advirtió el martes que
serán necesarios "esfuerzos sobrehumanos" con miras a reabrir sus
bancos el jueves como está previsto, pese a un plan de rescate
europeo que está lejos de haber calmado todas las inquietudes en
la isla y en Europa.
A pesar de ese plan de condiciones draconianas decidido el
lunes, la tensión seguía siendo alta en Nicosia donde se ven
agentes de seguridad delante de algunos bancos y protestas principalmente de estudiantes que rechazan los términos del rescate aprobado este fin de semana por las autoridades del país, la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al punto que el ministro chipriota de Finanzas, Michael Sarris,
decidió el lunes por la noche atrasar hasta mañana la apertura
de los bancos, cerrados desde el 16 de marzo, para evitar una fuga
masiva de capitales. La crisis provocó la dimisión de Andreas Artemis, presidente
del Bank of Cyprus, la mayor entidad del país.
Según varias web informativas locales, renunció a sus funciones
en protesta por las modalidades de absorción del Laiki Bank por
parte del Bank of Cyprus.
El Laiki Bank es la segunda entidad
bancaria del país y será liquidada.
No obstante el consejo de administración del Bank of Cyprus
anunció que había rechazado la dimisión de Artemis.
Chipre teme una salida masiva de capitales, en particular
extranjeros, en cuanto se abra el corralito.
Los clientes de Bank of Cyprus y de Laiki Bank sólo pueden
sacar 100 euros diarios en los cajeros, y a partir del jueves se
instaurarán otros controles durante "algunas semanas", según el
ministro.
Chipre recibirá una ayuda de 10.000 millones de euros de ayuda,
pero a cambio, la isla mediterránea tendrá que reducir
drásticamente su sistema financiero y dejar de ser un paraíso
fiscal, imponiendo enormes pérdidas a los ahorradores con más de
100.000 euros en los dos principales bancos de la isla.
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