Por Redacción
BRASILIA, 3 (AFP-NA). - El jefe de la Cámara de
Diputados de Brasil y archirrival de la presidenta Dilma Rousseff
aceptó este miércoles un pedido de juicio político contra la
mandataria por adulteración de las cuentas públicas, un proceso
que podría poner fin a su mandato.
"Es autorizar la apertura, no dar un juicio de mérito; será la
comisión especial que podrá acoger o rechazar" el pedido de
impeachment, dijo a periodistas el presidente de la Cámara baja,
Eduardo Cunha.
La decisión de este poderoso legislador evangélico investigado
por corrupción en el marco del megafraude a la estatal Petrobras
deberá ahora ser analizada por una comisión de diputados cuya
conclusión será votada por el plenario de la Cámara.
Con 342 aprobaciones del total de 513 diputados, Rousseff
podría ser apartada de su cargo a poco de haber asumido su segundo
mandato el 1 de enero pasado.
Luego el plenario del Senado la
juzgará y en caso de que dos tercios de la cámara alta (54 de 81)
levanten su mano afirmativamente Rousseff perderá su mandato y
será sustituida por su vicepresidente, Michel Temer (PMDB,
centro), hasta las próximas elecciones presidenciales de 2018.
"No hago esto con ninguna felicidad, sé que es un gesto
delicado en un momento en que el país atraviesa una situación
difícil" desde el punto de vista tanto económico como político,
añadió Cunha, cuyo cargo también está en juego por la
investigación de Petrobras.
Tras agitar el fantasma del impeachment durante meses, Cunha
decidió pasar a la acción el mismo día en que diputados del
gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) hicieran
público que votarían a favor de abrir una investigación contra él
en el Congreso por haber ocultado millonarias cuentas en Suiza.
Ese proceso tiene potencial de terminar con el mandato del actual
jefe de la cámara baja.
El paso inicial para un eventual juicio político a la
presidenta, cuya gestión es aprobada apenas por un 10% de la
población, sumerge a la séptima economía del mundo en una crisis
de final incierto tras un año turbulento. A esto se suma una
profunda crisis económica: Brasil atraviesa una recesión que
durará dos años consecutivos según todo pronóstico, la más larga
desde 1930-1931.
El pedido de impeachment aceptado por Cunha contra la
mandataria fue realizado por un grupo de juristas independientes -
incluido un exfundador del PT, Helio Bicudo- que la acusan de
haber maquillado las cuentas públicas para cubrir falencias de su
gestión, considerado un "crimen de responsabilidad" que conlleva
una pena de inegibilidad.
Esa presentación cuenta con el apoyo de diversas fuerzas
opositoras, entre ellas la del PSDB (centro-izquierda), cuyo
candidato Aecio Neves perdió el balotaje contra la actual
presidenta en 2014 por un margen de apenas 3%.
Cunha dijo que había rechazado más de treinta solicitudes de
juicio político este año.
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