Por REDACCION
BRASILIA, Brasil, 10 (AFP). - La Fiscalía General solicitó abrir inmediatamente las investigaciones que lleven a "responsabilizar a los involucrados" en los ataques contra las sedes de los poderes en Brasilia.
Los disturbios dejaron al menos más de 1.000 personas detenidas, según las últimas informaciones de la Policía Civil del Distrito Federal.
Las autoridades brasileñas empezaron rápidamente a lanzar investigaciones y medidas judiciales desde la misma noche del domingo, luego del asalto de unos seguidores del expresidente Jair Bolsonaro al Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, en un ataque condenado por la comunidad internacional.
En unos incidentes que recuerdan los ataques al Capitolio en Washington hace dos años por unos simpatizantes del entonces presidente estadounidense Donald Trump, miles de bolsonaristas traspasaron las barreras policiales y penetraron las sedes del poder en Brasilia, destrozando ventanas y vandalizando oficinas.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que había ido a Araraquara, en el estado de Sao Paulo (sureste), para observar los desastres causados por las recientes inundaciones, volvió en la noche del domingo a Brasilia para constatar los daños en el Palacio Presidencial y el Máximo Tribunal.
"Los golpistas que promovieron la destrucción del patrimonio público en Brasilia están siendo identificados y serán castigados", escribió Lula en su cuenta de Twitter.
"Democracia siempre", añadió el mandatario, que a pesar de los importantes destrozos, regresó ayer para cumplir sus funciones al Palacio Presidencial.
CONSECUENCIAS
El ataque a las instituciones estatales en Brasil del domingo probablemente posponga las primeras acciones previstas por el equipo económico del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Presionado para presentar acciones concretas para hacer frente al déficit de las cuentas públicas del país, agravado por la aprobación en el Congreso de un paquete de gastos de miles de millones de reales para dar respuestas a las promesas de campaña, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, dijo públicamente que haría sus primeros anuncios esta semana.
El calendario de los anuncios está siendo deliberado con el Jefe de Gabinete. "Es posible que se retrasen. La situación es muy complicada", estimó un funcionario que prefirió no identificarse.
Los ataques contra las instituciones del Estado se consideran los peores desde el retorno del país a la democracia en la década de 1980.
Haddad aún tendría que decidir con Lula la lista de acciones a implementar, centrándose en medidas para aumentar los ingresos y recortar los gastos, pero luego de los incidentes del domingo, el ministro está participando en reuniones de urgencia con el mandatario y representantes de los demás poderes.
Otras fuentes del equipo económico afirmaron que los técnicos del Ministerio siguen trabajando con normalidad y una de ellas señaló que espera que los anuncios no se vean afectados por los últimos acontecimientos.
"TODO NORMAL"
El funcionamiento institucional de Brasil está totalmente normalizado tras el desmonte del campamento en que se refugiaban los bolsonaristas radicales que atacaron el domingo las sedes de los tres poderes, afirmaron fuentes oficiales.
"Gracias a Dios el país camina hacia la absoluta normalización institucional a gran velocidad", dijo Flavio Dino, el ministro de Justicia, en una rueda de prensa en la que hizo un balance de las operaciones para reprimir a los responsables por los asaltos.
Cuando fue repreguntado por la situación, expresó simplemente: "todo normal", aunque repudió los daños de vandalismo en los edificios gubernamentales más importantes del país.
"Lula se reunió con las autoridades civiles y con los comandantes de las Fuerzas Armadas, de modo que, tanto en lo que se refiere a las instituciones civiles como a las militares, reina la plena normalidad", concluyó.
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