Por REDACCION
SÃO PAULO, 24 (AFP-NA). - Mercados y analistas daban la
bienvenida el viernes a la decisión del Banco Central brasileño de
intervenir en el mercado con hasta 55.000 millones de dólares
hasta fin de año para apoyar al real, hundido en su mínimo desde
2009.
El real se fortalecía 2,05% a 2,382 unidades por dólar al
mediodía, tras caer esta semana a 2,45 por billete verde, su menor
valor desde diciembre de 2008, en pleno estallido de la crisis
financiera internacional.
"La postura del Banco Central es necesaria dada la actual
volatilidad de los mercados", dijo a la AFP Wellington Ramos,
analista de la calificadora de riesgo Austin Rating en Sao Paulo. "Hay una necesidad de recuperar la confianza de los
inversionistas", añadió.
El jueves por la noche, el Banco Central anunció que
intervendrá en el mercado con ofertas diarias de swap cambiario o
venta futura de dólares para contener el alza del billete verde,
una estrategia que no utilizaba desde 2002.
En total, podrá inyectar hasta 55.000 millones de dólares hasta
final de año.
De lunes a jueves ofrecerá hasta 500 millones de dólares en
"swaps" y los viernes hasta 1.000 millones con compromiso de
recompra, en otro mecanismo de oferta de dólares para el mercado
al contado.
"La intervención en Brasil fue una señal positiva para todos
los mercados emergentes. Mostró a los inversores que los bancos
centrales están reaccionando y están más agresivos. Están listos
para acelerar la intervención y estabilizar los mercados", afirmó
el estratega de mercados de Citigroup, Luis Costa, al diario O
Estado de Sao Paulo.
En lo que va del año el real se ha hundido en torno a 17%,
mientras crece la desconfianza de los mercados hacia grandes
economías emergentes como Brasil, Rusia e India. En Latinoamérica,
la tendencia ha afectado asimismo las monedas de Argentina, Chile,
México y Colombia.
Los inversores quieren aprovechar un futuro aumento de las
tasas de interés de Estados Unidos, que ya comienza a
vislumbrarse, y retiran de manera masiva las sumas colocadas en
mercados emergentes, en los cuales ven debilidades estructurales.
"El anuncio del Banco Central brasileño es muy positivo",
afirmó a la AFP el analista Silvio Campos, de la consultora de
mercado Tendencias en Sao Paulo.
"Aclara y oficializa ante el mercado una acción diaria para
atender a la demanda de dólares. Es lo que se venía haciendo, pero
a partir de ahora será de una manera transparente y previsible",
afirmó.
El Banco Central ha gastado 45.000 millones de dólares en lo
que va del año para apoyar al real, pero la última vez que anunció
intervenciones diarias por un monto determinado fue en 2002, antes
de la llegada al poder del izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva,
cuando el dólar llegó a cotizarse a 4 reales.
"El objetivo mayor del Central es decirle al mercado que
seguirá entregando lo que sea necesario", enfatizó Campos.
El analista explicó, sin embargo, que en 2002 la cantidad
ofrecida por el Central fue mucho menor, por lo que el efecto
sobre los mercados no fue el que se espera ahora.
"Entonces el problema era muy grande. Había pérdida de
confianza, fuga de capitales y Brasil no tenía grandes reservas
como ahora. Era un escenario muy diferente, porque ahora se sabe
que el Central puede intervenir de mayor manera", explicó.
Durante los últimos años el real estuvo muy fuerte ante el
dólar, llegando incluso a cotizarse a 1,5 por billete verde. Esa
paridad sin embargo no era muy bienvenida ni por el gobierno ni
por la industria, que esperaba un cambio más competitivo para las
exportaciones brasileñas.
Por otro lado, un real más débil presiona la inflación, algo
que inquieta al Banco Central y al gobierno.
Para contener la inflación, el BC elevó en julio la tasa de
interés anual a 8,5% desde un mínimo histórico de 7,25% vigente
hasta abril.
La inflación en Brasil fue de 6,27% en 12 meses hasta julio,
por debajo pero muy cerca del techo de la meta oficial de 6,5%.
Los alimentos y el transporte han tenido una inflación muy
superior al techo de la meta.
Brasil enfrenta además un decepcionante ritmo de crecimiento
económico, apenas 0,6% en el primer trimestre en relación al anterior.
El jueves, el ministro de Finanzas, Guido Mantega, redujo
nuevamente su previsión de crecimiento del PIB para 2013, a 2,5%,
contra 4% proyectado en diciembre pasado.
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