Por REDACCION
PESHAWAR, PAKISTAN, 17 (AFP-NA). - Un total de 141
personas, entre ellas 132 niños, murieron este martes en un ataque
talibán contra una escuela para hijos de militares en Peshawar, en
el atentado más sangriento de la historia de Pakistán.
El anterior récord se remontaba a diciembre de 2007, cuando
hubo en un atentado en Karachi (sur) 139 muertos, entre ellos la
ex primera ministra Benazir Bhutto, que acababa de volver a Pakistán.
En el atentado cometido este martes por un comando talibán
resultaron heridas 124 personas, de las cuales 121 niños, precisó
el portavoz del ejército, el general Asim Bajwa, en una rueda de
prensa en Peshawar (noroeste).
Según él, "los terroristas empezaron a disparar de forma
indiscriminada en cuanto entraron en la escuela, y no tenían
ninguna intención de tomar rehenes".
Los asaltantes "llevaban todos chaquetas suicidas (llenas de
explosivos), municiones y comida para varios días", añadió el
portavoz.
El ejército puso fin a últimas horas de la tarde a la operación
después de siete horas de combates contra seis atacantes enviados
por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP) para vengar
la ofensiva militar que tiene lugar desde junio contra sus
refugios de las zonas tribales vecinas.
Este ataque comenzó hacia las 10H30 locales (05H30 GMT), cuando
seis talibanes disfrazados de militares entraron a la escuela,
situada en los suburbios de la ciudad y al borde de las zonas
tribales, según fuentes coincidentes.
"Llevamos a cabo este ataque después de una investigación que
indicó que los niños de varios altos responsables del ejército
estudiaban en esa escuela", explicó a la AFP Muhamad Jurasani, un
portavoz del TPP, al revindicar el asalto.
Jurasani dijo que se ordenó a los autores del ataque "disparar
a los estudiantes más mayores, pero no a los niños", afirmando que
el objetivo de la operación era vengar a sus combatientes muertos
en la ofensiva militar contra ellos en sus bastiones cerca de
Peshawar.
Según testigos, los atacantes pasaron de clase en clase para
matar a los niños, y por lo menos uno de ellos hizo estallar la
bomba que llevaba encima.
Un paquistaní de 16 años, Shahrukh Khan, contó desde su cama,
en un hospital de Peshawar, que vio la muerte "de cerca" y fingió
haber fallecido para sobrevivir.
"TRAGEDIA NACIONAL"
El ejército, muy presente en esta ciudad, regularmente atacada
por los insurgentes, intervino rápidamente.
El primer ministro Nawaz Sharif, quien denunció esta "tragedia
nacional" provocada por "salvajes", decidió ir al lugar, algo muy
raro en este país habituado a los ataques de este tipo.
Desde el comienzo del ataque, el TTP había indicado que se
trataba de "una respuesta a la ofensiva Zarb e Azb, a la ola de
asesinatos perpetrada contra los talibanes y al hostigamiento de
sus familiares".
Este grupo armado, creado en 2007, que también busca la
instauración en el país de una severa ley islámica, ha atacado a
cientos de escuelas públicas en los últimos años, y en 2012
intentó matar a Malala Yousafzai, una joven que milita por la
educación de las niñas en esta misma región del noroeste.
Ese intento de asesinato le dio fama mundial y este año fue
galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
Desde Gran Bretaña, donde está radicada, Malala, de 17 años,
denunció los "actos atroces y cobardes" de los talibanes.
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