Por Antonio D'Eramo
El ventrílocuo y reconocido productor español José Luis Moreno parece haber vuelto a sus orígenes artísticos y desdobló su personalidad para convencer a uno de los argentinos más ricos para que aportara una suma millonaria de dinero en una serie de ficción compuesta de tres temporadas, de 13 episodios cada una, que recreará la vida de uno de los campeones de la cristiandad, San Francisco de Asís.
La producción audiovisual, que de realizarse se convertirá en la más costosa de la televisión española, promete no ahorrar en ningún tipo de detalle y en recrear grandes episodios bélicos del medioevo, más allá de la naturaleza pacífica del mensaje del santo de Asís. En una entrevista concedida a medios especializados, el productor José Luis Moreno socio de Alejandro Roemmers en la productora Dreamlight que lleva adelante el millonario proyecto, sostuvo, “el coste del rodaje se produce porque tiene muchos efectos especiales porque hay batallas, momentos de decapitaciones y plazas llenas de gente. Todo eso encarece, pero al público le ofreces espectáculo al 200%. Empezamos con 3 temporadas de 13 episodios más una especie de gran película de 3 horas al final. No se puede hacer una temporada y ver qué ocurre. Esto es hacer una historia y hay que contarla bien".
Tamaño despliegue de producción permitió que la productora hiciera discretos contactos en la cúpula del Vaticano para que el Papa Francisco I, Jorge Bergoglio fue el primer Pontífice en elegir el nombre de Francisco para su Papado, bendijera y se convirtiera en uno de los primeros espectadores vip que deberían disfrutar de la obra hacia fines del mes de septiembre.
La misión en Dreamlight para invitar al Papa argentino no debe haber sido una operación muy compleja teniendo en cuenta la buena relación que une a Alejandro Roemmers con Jorge Bergoglio. Una relación de franca admiración del miembro de la poderosa familia dueña del laboratorio Roemmers hacia el Papa Francisco a quien le obsequió un poema en su honor el 18 de septiembre de 2013.
El poema se llama “Un regalo para Francisco” y se trata de un himno que resalta los valores franciscanos y cristianos basados en el amor, la bondad y el respeto por la naturaleza. Fueron estos mismos valores los que resaltó el productor catalán Moreno para convencerlo de invertir en sus producciones y que, por estos días, le está generando una preocupación mayúscula a Alejandro Roemmers.
Los grandes actores se encuentran detrás del escenario. Y muchas veces visten el uniforme de productores de una obra por la que deben recaudar dinero para llevarla adelante y luego venderla y ofrecerla a un público ávido de novedades y nuevas atracciones. Si bien José Luis Moreno, de 74 años, comenzó su vida artística como titiritero, ventrílocuo eximio, la continuó tras las bambalinas y, seguramente, utilizó sus dotes de titiritero para convencer a dueños de grandes fortunas para que apuesten en sus producciones.
Por lo que Alejandro Roemmers no es el único perjudicado en una trama de estafas que están saliendo a la luz, día tras día, en Barcelona y cuya deriva investigativa sólo se vio opacada por la despedida de Leo Messi del club de fútbol de la ciudad.
Moreno fue detenido el 29 de junio y luego debió pagar una fianza de tres millones de euros mientras se sustancia un sumario por el presunto delito de jefe de una organización criminal, estafa, blanqueo de capitales, de dinero y de bienes. Junto a él también han sido arrestados varios de sus socios.
La Guardia Civil catalana está investigando el entramado empresarial internacional mediante el cual, el productor televisivo, desviaría parte de los beneficios que cosechaba con sus negocios audiovisuales. Además, según informó TVE, se servía de facturas falsas y utilizaba empresas como pantalla, o sea, compañías sin actividad, para obtener créditos de entidades financieras y públicas.
El horno no estaba para bollos en las oficinas de Roemmers y las últimas noticias no hicieron más que despertar la furia del empresario argentino cuando comenzó a vislumbrar que estaba en presencia de un chanta.
El sumario judicial, que trascendió a la televisión española, con conversaciones registradas entre Alejandro Roemmers y José Luis Moreno, dan cuenta del enfado por el estado de las cosas con frases como, “No hiciste nada de lo que te pedí, ni aportaste dinero fresco a la sociedad; 32 millones de euros a cambio de nada, salvo un guion inconcluso y un trailer que según los expertos que consulté carece de calidad", le reprochó el argentino que cerró diciendo estar “dispuesto a todo si me siento engañado”.
Para realizar la serie, en 2018 se creó en España la productora Dreamlight International Productions SL. que contaba con 45 trabajadores en plantilla y según los planes de producción, los primeros capítulos del proyecto tendrían que haber visto la luz, los primeros días del mes de abril. Para estos primeros episodios, Alejandro Roemmers, habría capitalizado a la empresa por un monto cercano a los 50 millones de euros.
Oficialmente, los voceros del empresario y escritor argentino, no ofrecieron más detalles que una breve declaración que sostiene “en relación con el presunto fraude que pudiera haber cometido el Sr José Luis Moreno en perjuicio de nuestra sociedad, Dreamlight aclara lo siguiente: No puede abrir juicio sobre la conducta del Sr. José Luis Moreno ya que todo está bajo secreto de sumario, no ha recibido hasta el momento ninguna información oficial al respecto; y está pendiente realizar una auditoría especializada”.
La gran pasión de Alejandro Roemmers no son las lujosas fiestas que celebra para sus cumpleaños y que han tenido mucha difusión, en particular la que se desarrolló para su sexagésimo aniversario en febrero del año 2018 en Marruecos, sino la literatura.
Ha dejado de ser un secreto su aspiración por ganar el Premio Nobel de la especialidad que ni Jorge Luis Borges pudo obtener por razones ajenas a la literatura y más cercanas a los celos y a las posiciones políticas de algunos jurados de entonces.
Su obra más comentada ha sido “El regreso del joven Príncipe” que evoca las enseñanzas de “El Principito” la obra del aventurero Antoine de Saint-Exupéry y se focaliza en la evolución espiritual. Para Alejandro Vaccaro, biógrafo de Borges y titular de la SADE, “El Regreso del Joven Príncipe lleva vendidos 3 millones de ejemplares y está traducido a 32 idiomas, lo que no es una cosa frecuente y Alejandro Roemmers tiene una obra poética importante”, afirmó al diario Perfíl, en 2019, para explicar su apoyo a la nominación del Nobel.
La obtención del galardón que parece ser uno de los objetivos principales de Alejandro Roemmers llamó la atención del periodista y escritor español Luis María Anson miembro de la Real Académica Española, ex presidente de la agencia de noticias EFE y fundador del diario La Razón que tiene una amistad con el empresario argentino y que ofició de nexo al presentarle al encausado productor, José Luis Moreno.
La química entre Roemmers y Moreno funcionó rápidamente sostenida en la fascinación del escritor nacional por la figura del fundador de la Orden Franciscana. Moreno, rápidamente desarrolló el musical “Franciscus”, centrado en la vida del santo católico y, según han redactado periodistas del espectáculo en España, para el estreno en la ciudad en Bilbao, el productor habría montado una rueda de prensa falsa para el inversor argentino, fletando un bus con una cincuentena de trabajadores de sus producciones que se hicieron pasar por miembros de la prensa, al tiempo que invito a varias celebrities de España para las primeras filas de la platea del teatro donde se ofreció el musical.
La puesta en escena terminó por convencer a Alejandro Roemmers de invertir en Dreamlight para producir “Resplandor y tinieblas” con un presupuesto mayor a la temporada más cara de Game of Thrones de HBO. Moreno comenzó a rodar y cuando se acababan los millones de euros pedía alguno más a su mecenas y socio argentino. Algunas fuentes indican que Roemmers terminó invirtiendo 32 millones de euros, otros, hablan de una cifra superior a los 50 millones. En todos los casos habría sido estafado.
Moreno hablaba de una inversión total de 270 millones de euros para contar la historia del santo mendicante que detestaba la ostentación y los lujos.
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