Por REDACCION
Europa sigue conmocionada por el violento terremoto que sacudió Turquía y Siria, dejando un registro de al menos 7.306 muertos.
De esa cifra provisional, 5.434 fallecidos corresponden a Turquía y 1.872 son las personas que perdieron su vida en Siria, según la última actualización.
Además, se reportaron más de 20.000 heridos, muchos de gravedad, de acuerdo con las informaciones que proporcionó el Ministerio de Salud.
En las últimas horas de ayer, rescatistas de todo el continente viajaban hacia las zonas afectadas para colaborar con las tareas de salvataje.
El sismo, de 7,8 en la escala de Richter, ocurrió en la madrugada del lunes y duró poco más de 30 segundos.
El epicentro fue la región de Kahramanmaras, a unos 600 kilómetros al sudeste de Ankara, a una profundidad de siete kilómetros, precisó la Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía.
Al temblor principal ocurrido en Turquía y Siria lo continuaron numerosas réplicas, la primera 11 minutos más tarde, con una magnitud de 7.6, y nueve horas después sonaron las alarmas ante un segundo sismo de 7.5 de intensidad en Turquía central, es decir, más al norte.
A este fenómeno los expertos lo denominan "triggering". Esto es, cuando un terremoto provoca que otro u otros que iban a suceder se "disparen" y ocurran antes de lo que se esperaba.
¿Por qué? Porque el terremoto principal afecta a una segunda estructura paralela de falla que termina por fracturarse también tras la energía recibida, señalaron los expertos.
Además del drama humano generado por los terremotos, también sus efectos se hicieron sentir sobre el invaluable patrimonio histórico y cultural de ambos países.
Un claro ejemplo de esto es el castillo de Gaziantep, una antigua fortaleza de casi 2.000 años de antigüedad, ubicado en el corazón de la ciudad más cercana al epicentro de los sismos, que se derrumbó en la madrugada del lunes.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, comunicó en sus redes sociales: "Declaramos nuestras 10 provincias donde ocurrió el sismo como zonas de desastre efectivo en la vida general".
Agregó: "Con el fin de garantizar que las actividades de búsqueda y rescate y las labores posteriores se puedan realizar con rapidez, hemos decidido declarar el Estado de Emergencia por tres meses en 10 provincias de conformidad con el artículo 119 de la Constitución".
Mientras tanto, la ONU informó que llevará ayuda humanitaria para apoyar a zonas del norte de Siria bajo control rebelde y que se han visto afectadas por los terremotos.
Según explicó el portavoz Stéphane Dujarric, la colaboración partirá desde el interior de Siria, cruzando las líneas del frente que mantiene al país dividido.
Varios clubes de fútbol de la liga turca y jugadores nacidos en el país encabezan diversas acciones para ayudar a los afectados.
El Galatasaray, por ejemplo, hizo llegar seis camiones con suministros de ayuda y hasta 72 baños móviles, mientras que otros dos de los clubes importantes del país, Fenerbahce y el Besiktas, enviaron vehículos con alimentos y ropa.
Lo mismo hizo el Konyaspor que envió 100 contenedores y preparó su estadio para recibir a víctimas de la catástrofe, al igual que el Antalyaspor.
La situación en Siria no es menos dramática. En un país en guerra civil, el terremoto agrava las consecuencias. "La gente nos lleva cuerpos en sus autos particulares”, dijo Nehad Abdulmajeed, médico en Al Atarib, cerca de la ciudad de Idlib.
El profesional trabaja en un hospital excavado en las profundidades del subsuelo para quedar protegido de los ataques aéreos. Allí recibió cuerpos de 137 víctimas.
"Hemos llorado por los niños, que vivieron esta guerra y ahora están muertos sin razón", dijo Abdulmajeed. "Creí que tal vez lo había visto todo", en medio de la guerra civil, "pero estos son los días más trágicos que he visto en toda mi vida".
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