Por Redacción
ROMA, 21 (AFP-NA). - Cientos de personas se preparaban el
domingo a pasar su primera noche en refugios tras el fuerte sismo
que sacudió de madrugada el nordeste de Italia, causando la muerte
de al menos seis personas y devastando fábricas y monumentos
históricos de la región de Ferrara.
Después de un fin de semana marcado por el terror ante el
atentado el sábado contra una escuela del sur de la península que
causó la muerte de una adolescente y dejó cuatro chicas heridas
gravemente, y un domingo apabullado con la noticia del terremoto,
el jefe de gobierno Mario Monti decidió anticipar su regreso de la
cumbre de la OTAN que se celebra en Chicago (Estados Unidos).
"En estos momentos el país debe estar unido y cercano a quienes
sufren", pidió Monti, quien declarará el estado de emergencia en
Emilia-Romaña cuando hoy regrese al país.
El nordeste de Italia, una de las regiones más industrializadas
y pobladas de la península, se despertó de madrugada sacudido por
el sismo, ocurrido a las 04H04 locales (02H04 GMT), cuya magnitud
fue de 6 y con epicentro localizado a unos 5 km de profundidad en
Finale Emilia, 36 km al norte de Bolonia, provincia de Módena.
Según un balance provisional, al menos cuatro personas murieron
por los derrumbes, todos obreros que pernoctaban en las sedes de
las fábricas en las que trabajaban.
Uno de ellos es un marroquí de 29 años, quien murió al
desplomarse un galpón de una fábrica de poliestireno en Ponte
Rodoni di Bondeno, en Módena.
Los otros dos son italianos que trabajaban en una fábrica de
cerámica en San Agostino, Ferrara, entre las localidades más afectadas.
El cuerpo de un cuarto obrero, que se encontraba dentro de una
herrería, fue hallado por los bomberos atrapado entre los
escombros de la fábrica Tecopress de Ferrara.
Otras dos personas, una anciana de más de cien años y una mujer
de 37 años, de nacionalidad alemana, fallecieron por un ataque al
corazón producido por el pánico.
Unas 50 personas resultaron heridas en la región de Ferrara,
aunque ninguna de gravedad.
"Sentía la casa temblar, los muebles se movían, los objetos
caían, la gente corría como loca", contó a la AFP Claudio Bignami,
un pensionista que reside en San Carlo, a las afueras de Ferrara.
"Qué miedo, sentí mucho miedo", confesó Alda Bregoli, otra
pensionista, quien prefirió deambular en pijama todo el día. "No
puedo ni quiero entrar a mi casa", dijo.
El inmenso patrimonio cultural de la región sufrió "notables
daños", según una nota del ministerio para los Bienes Culturales,
que registró desprendimientos y grietas en varias iglesias
importantes de Ferrara, entre ellas la de San Carlo y de Santa
Maria in Vado.
Como una señal premonitoria, las agujas del Reloj antiguo de la
torre San Agustín señalan las 04H04, la hora exacta del movimiento
telúrico.
Italia cuenta con un patrimonio artístico inestimable, cuya
fragilidad fue evidente durante los terremotos de septiembre y
octubre de 1997 en Umbría y Marcas, dos regiones del centro.
Una niña de cinco años fue rescatada de los cúmulos de piedra
en Finale Emilia gracias a una llamada telefónica hecha desde
Estados Unidos a la policía por un pariente.
El sismo se sintió en todo el noreste de la península, incluso
en Turín, Milán y Venecia.
Según el diario Il Corriere della Sera, el temblor causó daños
por 250 millones de euros a la asociación de fabricantes de queso
parmesano, entre los productos más famosos y rentables de la zona.
Los italianos han revivido el terremoto de Los Abruzos (centro
de Italia) que el 6 de abril de 2009 devastó el centro histórico
medieval de L´Aquila y provocó la muerte de 309 personas, dos mil
heridos y 80.000 desplazados.
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