Por Redacción
BERLIN, 10 (AFP-NA). - La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, mostraron ayer en Berlín su acuerdo sobre el principio de imponer una tasa a las operaciones financieras, pero difieren en la forma de aplicarla.
Tras una reunión celebrada en Berlín, Merkel aseguró que prefiere que la introducción de la tasa a las transacciones financieras se haga a nivel de la Unión Europea o de la zona euro, mientras Francia está dispuesta a hacerlo en solitario.
En la conferencia de prensa ofrecida, Sarkozy dijo que "si no damos ejemplo, no se hará. La idea de Francia es aplicar el proyecto de directiva" de la Comisión Europea.
Por su lado, Merkel consideró que se trata de "una buena iniciativa para pasar de las palabras a los hechos", pero repitió que prefiere coordinarse a nivel europeo.
"Del lado alemán, el objetivo es obtener una declaración de intenciones de los ministros de Finanzas (de la UE) para
principios de marzo" sobre dicha tasa que podría introducirse sólo en la zona euro, mientras Sarkozy está dispuesto a introducirla en Francia en solitario.
La canciller añadió que no todos en su gobierno apoyan la idea de imponer dicho gravamen.
Por lo demás, los mandatarios mostraron su acuerdo en otras medidas destinadas a salir de la crisis en la zona euro.
Ambos países desean que el proyecto de revisión de los tratados europeos que prevé reforzar la disciplina presupuestaria se firme "para el 1 de marzo", según declaró Sarkozy.
El principio de esta reforma del tratado fue adoptado a principios de diciembre por todos los países de la UE con la excepción del Reino Unido.
Los dos dirigentes se mostraron también favorables a acelerar la puesta en marcha del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES), que funcionará como un fondo de ayuda en la Eurozona.
A la espera de la instalación de ese mecanismo, Merkel y Sarkozy dijeron que pedirán consejo al Banco Central Europeo (BCE) para mejorar la eficacia del fondo temporal de rescate de la Eurozona, el FEEF.
Merkel y Sarkozy reiteraron su voluntad de mantener a Grecia en la Eurozona, con la condición de que el país siga aplicando reformas fiscales. Merkel consideró "necesaria" la aplicación de un programa de reestructuración de la deuda griega, pero insistió en que este procedimiento será "una excepción".
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