Por Ricardo Turrisi
El mayordomo: (EE.UU./2013). Dirección: Lee Daniels. Elenco: Forest Whitaker, Oprah Winfrey, John Cusack, Mariah Carey, Jane Fonda, Cuba Gooding Jr., Terrence Howard, Robin Williams y otros. Duración: 132 minutos.
La propuesta no deja de ser fascinante: relatar la historia del país que domina al resto de los países desde la óptica de quien, siendo de raza negra, sirve como mayordomo a sus presidentes. Sin entrar, por supuesto, a opinar sobre sus errores o aciertos. Basada en la historia real de quien fuera mayordomo de siete presidentes estadounidenses, desde 1952 a 1986 -Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Reagan y Carter- se inicia en una miserable plantación de algodón de la Georgia de 1926, donde nuestro protagonista huye del lugar luego de que su madre fuera violada por el patrón, blanco por supuesto, quien no contento con ello también mata a su padre.
Así comienza esta épica que recorre más de tres décadas de la historia, pendulando entre lo íntimo de la relación con su esposa alcohólica (Oprah Winfrey, la Susana Giménez yanqui) y su rebelde hijo (David Oyelowo), un activista que pertenece a los “Panteras Negras” y prefiere ser arrestado a ceder su asiento a un blanco en un restaurante. En relación a esto, en montaje paralelo veremos a nuestro mayordomo que le acerca las sillas a la mesa de los comensales blancos mientras a kilómetros de allí otros blancos apalean a su hijo por haberse sentado en un restaurante en un lugar restringido para los blancos. Pero el sobrio papel de nuestro protagonista no está exento de participación, ya que hace cambiar su punto de vista a otros mayordomos como él. Algo muy interesante en el filme es tratar de descubrir la inusual cantidad de grandes nombres que encarnan a grandes políticos: Jane Fonda como Nancy Reagan, Alan Rickman como Ronald Reagan, Robin Williams como Eisenhower, James Mardsen como JFK, John Cusack como Richard Nixon, Liev Schreiber como Lyndon Johnson, Lenny Kravitz y Cuba Gooding Jr. como otros dos mayordomos de la Casa Blanca... y siguen los nombres.
Diana (Reino Unido-Francia-Suecia/2013). Dirección: Oliver Hirschbiegel. Música: David Holmes. Elenco: Naomi Watts, Naveen Andrews, Charles Edwards y otros. Duración: 113 minutos.
Imposible de olvidar, la vida “de película” de Diana Spencer, llamada también “Lady Di”, se acerca más al cuento de hadas que al realismo de una trágica vida como lo fue en la realidad. Su muerte en París en 1997, con apenas 36 años, terminó de convertir en mito a una mujer que desde siempre ocupó los primeros planos de la agenda mediática, despertó odios y pasiones y cambió las reglas de juego y la imagen de la realeza británica.
El filme arranca cerca del final, y luego va y viene en el tiempo para reconstruir sobre todo los dos últimos años de Diana, en especial la apasionada y prohibida relación con un cirujano paquistaní, por supuesto, luego de su separación de hecho y posterior divorcio del Príncipe Carlos. Se recrea un retrato psicológico y social de una de las grandes figuras de nuestra historia reciente que no dejó de estar en el candelero de la opinión pública en ningún momento, ni aún después de muerta.
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