Por REDACCION
El cáncer de piel es uno de los cánceres más frecuentes en la población mundial, y el melanoma es el menos frecuente de ellos pero el más agresivo. Sin embargo, con un tratamiento temprano, tiene un 95% de cura.
Ante el aumento de la exposición al sol en el tiempo de verano, brindamos recomendaciones para el cuidado de la piel ante la llegada del verano. Para prevenir el cáncer de piel es recomendable: evitar la exposición solar directa de 10:00 a 16:00; los bebés no deben exponerse al sol hasta cumplir un año; usar protector solar y renovar cada dos horas; proteger del sol usando gorras y anteojos; prestar atención a los cambios de la piel y visitar al dermatólogo una vez al año.
Cáncer de piel
El factor de riesgo más importante es la exposición y radiación ultravioleta del sol y otras fuentes artificiales como las camas solares. El daño solar es acumulable, por lo que las exposiciones reiteradas pueden producir un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y hasta cáncer de piel.
Los signos más habituales que hacen sospechar un cáncer de piel son las manchas inicialmente planas rosadas o rojizas, ásperas al tacto y que se vuelve cada vez más rugosas o escamosas. Se ven especialmente en la cara, en el dorso de las manos, en el labio inferior y en las orejas.
También, la aparición de bultos en la piel que crecen en forma sostenida en el tiempo; lastimaduras en la piel que no cicatrizan a pesar de un tratamiento correcto; herida sangrante, costrosa, no provocada por un traumatismo previo.
Puede ser además, un lunar que cambia de coloración, sus bordes se vuelven irregulares, es asimétrico y crece (generalmente de tamaño superior a 6 mm) o un lunar que pica o se inflama.
Por ello, es importante el cuidado y estar atentos a cualquiera de estas señales para prevenirlo.
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