Por REDACCION
Las galerías europeas del Met de Nueva York abrieron sus puertas tras años de reformas y de esta manera los entusiastas del arte podrán acceder a obras de Caravaggio, Goya, El Greco, Vermeer, Leonardo de Da Vinci y Picasso. Además reorganizaron las salas para reflejar mejor el diálogo artístico entre las diferentes regiones del Viejo Continente a lo largo de los años.
Antes de la reforma, las más de 40 galerías estaban ordenadas por escuelas o países, ahora siguen un criterio temático y cronológico. Esto, facilita a los visitantes apreciar el transcurso del arte en Europa. El director del museo, Max Hollein, explicó que gracias al cambio de recorrido esperan que los visitantes descubran nuevas obras menos conocidas al tiempo que se reencuentran con sus artistas favoritos.
El alumbrado construido en 1939 no se remodelaba desde la década de los cincuenta. Esto suponía un retraso en cuanto a consumo energético y avances tecnológicos para el museo.
En 2018 se comenzó el proyecto de renovación de alumbrado y calefacción. Inicialmente este se realizó por fases para mantener abiertas al público la mayoría de las obras. Sin embargo, una vez terminada la instalación de los nuevos sistemas, el museo cerró por completo las galerías en marzo de este año, para reorganizar los espacios de acuerdo al nuevo criterio.
El resultado permite recorrer la historia del arte europeo desde el siglo XIV hasta prácticamente la actualidad, aunque el arte moderno y contemporáneo siguen ocupando espacios diferentes.
Este lenguaje expositivo se aplica en la mayoría de galerías actuales ya que facilita el entendimiento del arte a un público mayor. Pasar de la región de Lombardía bajo el dominio de la familia Sforza, donde la perspectiva de Da Vinci llega hasta el tenebrismo de Caravaggio, a las academias de pintura francesas del siglo XVII, donde visionarios como Charles Le Brun revolucionaron el arte nacional.
Para una transición hacia el XX el Met decidió destacar la sala del artista cretense Doménikos Theotokópoulos, conocido popularmente como El Greco. Con su personal estilo de canon alargado y ambientes sobrenaturales sentó las bases del modernismo.
Los responsables del Met colocaron un cuadro de Pablo Picasso de comienzos del siglo XX, El actor, en medio de la colección de obras del Greco. Esta colocación de las obras, que puede parecer confusa en un principio, tienen la intención de destacar al Greco como una de los grandes inspiraciones del malagueño.
Algo similar, realizan con un cuadro de Dalí, Crucifixión, que aparece rodeado de otros motivos religiosos del barroco español.
Tal vez, el cambio más sugerente, y a la vez más singular, sea la sala dedicada al arte del Virreinato del Perú y a otros territorios de las Américas españolas. En esta, los motivos religiosos se fusionan con la sensibilidad y las texturas del arte indígena. Esto expresa, con gran veracidad, lo que fue el paso del Imperio español por el nuevo continente.
Todos estos cambios hacen que el visitante comprenda que el arte europeo es orgánico y vivo. Por distintas que puedan ser las formas, los grandes maestros europeos se influencian entre ellos en la ceración artística. NA
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