Por REDACCION
POR FIORELLA MARTINA
El viernes pasado, Nahuel llegaba a Rafaela por primera vez, luego de una gira por varias ciudades. El Teatro Lasserre le abrió sus puertas y permitió que la gente disfrutara de una gran noche junto a sus amigos y familiares. Nahuel se entregó en alma y espíritu, dejando una huella imborrable en el público que se alegró con cada canción, con cada momento.
El show contó con la apertura de Celina Astudillo, quien participó de varios eventos musicales en la ciudad, con su gran voz y profesionalismo. Como artista invitada se lució ante una sala llena y capturó la atención de todos: su repertorio terminó con "Zamba para olvidar", y el telón se cerró nuevamente para esperar a Nahuel.
Con luces tenues que ambientaban la sala, se escuchó al artista tararear, entonar, tocar su guitarra. De repente el telón se levantó y él apareció en escena, con un ritmo único y vivaz que atrajo al público de inmediato. No por nada su primera canción fue, "Yo vengo a ofrecer mi corazón"; tuvo, desde el comienzo, una conexión absoluta con quienes presenciaban el show.
Así mismo, la interacción fue dinámica y agradable. Nahuel hizo reír a todos con sus chistes y bromas, pero, además, los invitó a participar. Aplaudieron al ritmo de la chacarera, lo ayudaron a interpretar la canción "Mundo", que originalmente comparte con Abel Pintos, de una manera festiva, con sus palmas. Logró que el público rafaelino dejara la timidez de lado y que cantara a viva voz, que sea su coro. Guiaba de forma amable, introducía algunos versos por si alguien olvidaba la letra, permitía que todos sean parte del espectáculo, que de alguna forma vibraran en sintonía. Es que "A solas" es más que Nahuel sobre el escenario, sentado en una butaca: es Nahuel con la gente, con su guitarra, con quienes siempre lo acompañan. "A solas" demostró ser un show musical íntimo y necesario, simple como tenerlo a él disponible para verlo brillar con su talento indiscutible.
Luego de un repertorio amplio de clásicos folclóricos, presentó su álbum "Renacer" que cuenta con temas variados, algunos diferentes de los que suele interpretar. Nahuel comentó sus experiencias grabándolo, lo que significó la pandemia por Covid-19 que obstaculizó su carrera artística y su proceso creativo. Visto desde una perspectiva positiva, pasó más tiempo con su familia y buscó formas de seguir trabajando, aún con ciertas trabas en el camino. Los artistas, como bien se sabe, fueron quienes más sufrieron y quiénes más tarde regresaron a los escenarios.
Así surgió el disco que ahora está disponible en todas las plataformas, y que se dio el gusto de presentar en Rafaela. La gente cantó sus canciones y, cerca del final, pidió más. Nahuel respondió a sus expectativas e interpretó "Princesa", una de las más solicitadas.
Pero como todo, el show llegó a su fin. Nahuel se despidió, agradeció su paso por la ciudad, contento de conocerla y de compartir un momento especial. El público lo aplaudió de pie, realmente emocionado por lo vivido en esas dos horas.
Sin dudas, Nahuel es un artista que sabe aprovechar su talento para sacar lo mejor de él. Transmitió más de un mensaje positivo, más de una reflexión con las que el público empatizó. Renacer es, de algún modo, volver a empezar, buscar nuevos horizontes claros hacia donde virar el destino.
Rafaela lo espera con los brazos abiertos cuando desee regresar, porque esta noche inolvidable dejó huellas en los corazones de todos.
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