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Información General Domingo 6 de Febrero de 2022

Murió Angélica Gorodischer

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REDACCION

Por REDACCION

A los 93 años falleció en su casa de Rosario la escritora Angélica Gorodischer, una de las voces más importantes de la literatura argentina y de ciencia ficción en Iberoamérica que, a través de textos como "Kalpa Imperial" o "Trafalgar", introdujo la distopía para retratar a una sociedad desigual e injusta y construyó una obra monumental que aportó lucidez y originalidad a la cultura nacional.
La escritora vivía desde su infancia en esa ciudad, en Tiro Suizo, barrio del sur, tuvo tres hijos y desde 1948 estuvo casada con el arquitecto Sujer Gorodischer. Su muerte fue confirmada a Télam por su familia.
Comenzó a publicar en 1960 y en 1964 ganó el III Concurso de Cuentos Policiales de la revista Vea y Lea, por decisión de un jurado integrado, entre otros, por Rodolfo Walsh, por su cuento "En Verano, a la siesta y con Martina".
Fue pionera de la ciencia ficción en la Argentina, pero abandonó hace tiempo el género. En 2003 su novela "Kalpa Imperial", una saga cuya primera parte fue publicada en 1983, y cuyos dos volúmenes se publicaron conjuntamente en 1984) le han ganado la admiración de los lectores, fue traducida al inglés por la máxima figura femenina de la ciencia ficción anglosajona, Ursula K. Le Guin (1929-2018).
Rosarina por adopción, Gorodischer fue nombrada en 2007 ciudadana ilustre de esa ciudad, y en 2012, personalidad destacada de la cultura de Buenos Aires. A su vez en 2017 fue homenajeada en la Biblioteca Nacional durante la visita de la canadiense Margaret Atwood.
En mayo del mismo año fue distinguida con el título de doctora honoris causa por la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo) y al recibir su diploma aseguró que "el libro es la puerta del universo".
"La receta para escribir un libro es contar cosas que no le pasaron nunca a la gente, que no existieron jamás"
Organizadora del Encuentro Internacional de Escritoras de 1998, 2000 y 2002, Gorodischer se definía como "feminista" y sus personajes femeninos los pensaba lejos de los estereotipos trágicos de las heroínas: "En general aquellas mujeres terminaban suicidadas o borrachas o en la cosa más siniestra. Caramba, no todas terminan así. Hay muchas mujeres que consiguen lo que querían sin hacer una revolución, sino naturalmente, como puede hacerlo un hombre. Eso se llama feminismo", dijo al ser homenajeada en la Feria del Libro de Rosario en 2018.
Los que la visitaban contaban que en una de las bibliotecas tenía un cartelito amarillo en que se podía leer "El futuro es mujer".
Su picardía se transformaba en desparpajo al escribir sobre diversidad de temas con humor y originalidad. "El humor me sale solo, no lo salgo a buscar, es un anzuelo para atrapar lectores y otra cara de la realidad. De alguna manera termina de construir la parte siniestra, me parece una manera de enriquecer el texto. Cuando una escribe, tiene que estar lo más lejos posible del texto, en absoluta distancia y frialdad, a nadie le importa lo que yo siento o cuáles son mis ideas. Yo escribo las peripecias de los personajes que invento a medias porque también hay elementos de la realidad".
En 2011, contó cómo atravesaba un cáncer en "Diario del tratamiento" y en 2012 volvió a publicar ficción con "Las señoras de la calle Brenner", novela a la que le siguió "Palito de naranjo" en 2014: después escribió la colección de relatos "Coro cuentos", en 2017.
En junio del 2020 Clara Obligado, Lola Robles, Martín Felipe Castagnet y Ximena González presentaron "Tumba de Jaguares", la reedición de su novela barroca (originalmente editada en 2005) junto a sus nouvelles "Variables ocultas", "La incertidumbre" y "Contar desde cero", que tematizaban la desaparición de una persona y la imposibilidad de recuperar el cuerpo.
La autora, que solía usar aros y pelo cortísimo de colores que fueron pasando por una amplia gama de los naranjas, estudió en la Escuela Normal 2 de Profesoras y empezó a cursar una carrera en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional del Litoral pero abandonó. Además trabajó como bibliotecaria en una editorial médica hasta que en 1963 obtuvo el primer premio del Club del Orden y comenzó un camino de publicaciones a partir de su primer libro, "Cuentos con soldados" (1965).
En 2018 recibió el Gran Premio a la Trayectoria Artística del Fondo Nacional de las Artes (FNA) "por su aporte a la cultura argentina" y porque "en sus 55 años de carrera, se transformó en una de las voces femeninas más importantes de la ciencia ficción", ponderó la institución.
Ante el reconocimiento recordó sus primeras lecturas -"El Capullo Rojo" y "Los Colosos Antiguos y Modernos"- y la posibilidad que le daba la lectura de adueñarse del mundo:
"Sacaba un libro y leía. A veces no entendía, pero no me importaba nada; la cuestión casi de aventura era leer, descifrar lo que había en ese libro. La cuestión era adueñarse del mundo", resumía.
La noticia de su muerte se conoció este sábado al mediodía junto con el párrafo de la carta en la que escribía que deseaba que su muerte fuese en su casa y así fue. TELAM

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