Por REDACCION
BUENOS AIRES, 5 (Télam). - Desarrollada en Argentina y con 20.000 usuarios activos en menos de una semana desde su inauguración, Flixxo es una experiencia hasta ahora única en el rubro del streaming: el G-VOD, que consiste en que todo lo que el usuario hace en la plataforma se vive como un videojuego mediante un esquema de premios bajo la criptomoneda Flixx, que entre otras cosas sirve para acceder a las series.
Con más de 100 títulos disponibles entre adquiridos a otros desarrolladores y de producción propia, otro de los aspectos más disruptivos de la plataforma es que utiliza el protocolo BitTorrent o red distribuida para alojar los contenidos.
"Los estudios de Hollywood ven mal el 'peer-to-peer', y no lo entienden. Lo bastardearon mucho, porque se usa mucho para la "piratería". Si funciona tan bárbaro para lo ilegal ¿por qué no se puede usar también para distribuir contenidos?", argumenta Garelik, quien explica que el modelo que transmite archivos entre personas sin utilizar servidores optimiza el tráfico de datos en internet y es mucho más ecológico.
Es que al alojar, en este caso, las microseries no en un sólo servidor, sino "pedacitos de los contenidos" en múltiples computadoras, "se optimiza la internet y el consumo eléctrico baja una barbaridad", detalló el también guionista.
Pero el combo de criptomoneda, experiencia 'gaming' y red distribuida tendría poco atractivo si las producciones a las que accede el espectador no fueran entretenidas; por eso Flixxo cuenta con series de productores reconocidos del rubro serie web, como UN3 o Macaco Films, y trabaja en el desarrollo de un listado propio.
El lunes inició con la quinta temporada de la serie animada de culto de los 2000 "Alejo y Valentina", y estrenará un título original por mes como la serie interactiva "Alt Esc", con la youtuber Dai Hernández; "Neptunia", comedia negra de zombies uruguaya con la participación de Alfredo Casero; o "La estrella roja", película en episodios con un elenco conformado por Julieta Zylberberg, Ana Katz, Thelma Fardin, Juan Leyrado y Rafael Spregelburd.
Télam: ¿Cuál es el enfoque de Flixxo?
Adrián Garelik: La pregunta de la que partimos con mi socio Pablo Carbajo fue "¿cómo consumirán contenidos los chicos que hoy tienen 10 a 15 años dentro cinco años?". Creemos que los modelos actuales como el de Netflix ya son viejos. Es un modelo de suscripción con tarjeta de crédito, que no es para chicos a menos que usen la tarjeta de su papá. Los chicos están acostumbrados al consumo móvil, al consumo de contenidos más cortos, a las interacciones sociales.
T: ¿Qué ventajas tiene el modelo de criptomoneda y por red distribuida?
AG: Termina más plata en manos del creador. Si vos eliminás los costos de servidores, los costos de transaccionalidad -como los de la tarjeta de crédito que te cobra un 5 por ciento-, que se traducen siempre en que el creador cobre menos o que el espectador pague más, te transformás en una plataforma que te permite un acceso más universal, que los creadores y espectadores se conecten de una forma mucho más dinámica y que los costos bajen muchísimo.
T: Este modelo puede aplicarse para cualquier tipo producción. ¿Por qué eligen hacerlo con microseries?
AG: La microserie la encontramos como un lugar intermedio entre el contenido YouTube y el contenido Netflix. Es un contenido dinámico, rápido, pero es profesional, seriado. Y encajaba mucho con nuestro modelo de "gaming". A que la plataforma se vea como un juego.
T: ¿Cómo funciona la sensación de juego?
AG: Es mirar un capítulo y querer ver otro capítulo más es como pasar de nivel. Se le puede ir poniendo al usuario desafíos en el medio: "¿querés ver un capítulo más? completá un desafío y ves otro capítulo". Ese desafío puede ser mirar una publicidad, invitar a un amigo a la plataforma, consumir cierta cantidad de contenidos. Se siente mucho como si fuese un videojuego.
T: ¿El futuro del audiovisual se consumirá en formato corto y en dispositivos móviles?
AG: Creo que el contenido de microseries está buenísimo, venimos visitando festivales hace rato y es un contenido de muchísima calidad que fue mejorando con los años pero que no termina de encontrar una pantalla. El problema es ese. No se termina de generar una plataforma que sea para ese contenido. Hay un montón de material que nunca vio nadie. Eso nos presentó una oportunidad, y la tomamos.
T: ¿Qué criterio siguen para curar su catálogo?
AG: Tenemos dos secciones en la plataforma. Está la de Comunidad, en la que cualquiera puede subir; que es más parecido a YouTube y está moderada para que no haya contenidos inapropiados o con copyright. Y está la sección con contenidos más curados, que es la de Series, para la que estuvimos buscando en festivales de microseries, como el de Bilbao, el de Marsella, el de Berlín, de Melbourne y por supuesto el de Buenos Aires; siempre estamos buscando contenidos nuevos, charlando con los creadores y tratando de sumar calidad a la plataforma. Y también empezamos a producir porque nos dimos cuenta de que es un gran diferencial tener algo propio y exclusivo, pensado para esta audiencia, de usuarios entre 15 a 25 años, aunque después se nos escape un poco hacia los 40. Con humor, con cinismo, políticamente incorrectas. Un poco la idea es lanzar un contenido nuestro por mes.
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