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Información General Lunes 11 de Diciembre de 2023

Matías Rebossio, el rafaelino que fue el gran semifinalista en el Festival ImPulsTanz de Viena

El artista se formó en el estudio local Isadora y en Danzarte, proyecto de danza también de la ciudad. Recientemente logró conquistar el escenario del Festival de Viena, uno de los eventos de danza más grandes del mundo. En diálogo con LA OPINIÓN comentó detalles de su experiencia.

REDACCION

Por REDACCION

Este año, el artista rafaelino Matías Rebossio participó del Festival Internacional de Danza de Viena, llamado ImPulsTanz. Podría afirmarse que su experiencia fue más allá de un simple 'ser parte de': sin imaginárselo, llegó a ser finalista de una competencia de improvisación propia de dicho evento. 
Es para destacar que este festival fue fundado en 1984. A lo largo de los años ha evolucionado hasta convertirse en el festival de danza y espectáculos contemporáneos más grande del mundo. Cada verano, presenta un programa único y diverso de actuaciones, talleres, proyectos de investigación y actos musicales.
En esta ocasión y como balance de año, LA OPINIÓN dialogó con Matías sobre los detalles de esta gran experiencia y sobre sus proyectos para el año entrante. 

¿Cómo fue tu participación en el Festival de Viena?
-Mi participación en el festival fue a partir de viajar con una obra con la que estoy viajando hace ya más de dos años; estamos participando de distintos festivales en países de Europa y este año también fuimos, entre ellos, al ImPulsTanz, que es un festival que se hace en Viena, en Austria. Yo participé del festival con esta obra que se llama Fuck Me, de Marina Otero y dentro de ese festival existe una competencia de improvisación que es muy conocida, se hace todos los años. El premio es una beca para volver el año siguiente al festival y tomar las clases y los seminarios y todo lo que brinda, que es enorme y muy rico en actividades para la danza. Después de hacer las funciones, la compañía siguió viaje porque nuestro próximo festival era en Israel, en Jerusalén. Yo con alguien más de la compañía me quedé dos días más en Viena para participar de esta competencia porque me anoté, me aceptaron y tenía ganas ganas de participar.

Llegaste a ser semifinalista... ¿cómo fue llegar hasta esa instancia?
-Después de anotarte y que acepten que participes, solo queda ir ese día. La competencia se hace en una cancha de básquet, donde se llena de gente tanto en las tribunas como alrededor del tapete, por encima de la cancha. Hay un jurado y un DJ que se encarga de tocar una pista para cada participante, que es sorpresa, te enterás en ese momento de qué música vas a bailar. Tenés un minuto para hacer lo que sientas con esa música. Así vas pasando etapas, te van avisando si pasás a la próxima, hasta que quede una sola persona que gane la competencia.

¿Qué sensaciones te dejó tu paso por el festival?
-Haber participado de este festival me deja una alegría enorme y muchas ganas de volver. Siempre participar de un festival está buenísimo por el intercambio también que hay con otros artistas y por la posibilidad de ver otras obras y el trabajo que se está haciendo con respecto a la danza en otras partes del mundo; conocer historias de otros artistas, y en este también conocer Viena, que es una ciudad hermosa.
 
¿Consideras que parte de tus logros se deben a tu formación exhaustiva en la academia de la ciudad, Isadora?
-Me formé en ballet y en danza contemporánea en Isadora. Ahora vivo en Buenos Aires y estoy bastante nómade con esto de la obra con la que estoy viajando mucho. Sigo tomando clases de danza contemporánea y de ballet mucho menos, pero también, y claro que siento que fue influyente haber participado de Isadora como alumno. También haber participado de un grupo de danza que se llama Danzarte en Rafaela, dirigido por Gabriela Guibert. A lo largo de su historia, Danzarte fue dirigido por varias personas; no tiene una dirección fija ni un elenco fijo, sino que es un grupo de danza por el cual pasaron varios directores y varios intérpretes dependiendo del proyecto. Siento que haber participado tanto de Isadora como de Danzarte fue clave para todo lo que hice posteriormente. Fue una formación muy valiosa y sigue siendo hasta el día de hoy algo que marcó mi forma de ver la danza y de ver el trabajo del arte en general.

¿Proyectos para el futuro?
En principio, todos los martes de enero tenemos funciones de Fuck Me, esta obra con la que estoy viajando, en el Teatro Metropolitan, en Buenos Aires. Luego, en marzo viajamos a Lisboa, a Portugal, donde también vamos a participar de un festival. Si todo va bien, empiezo a ponerle el cuerpo a un proyecto personal en el que vengo trabajando hace bastante, con mucho material de archivo, videos, audios, textos, que vengo escribiendo a lo largo de todo este tiempo, incluso antes de la pandemia. Es un trabajo en el que intento autodirigirme, soy yo solo en escena, así que espero el año que viene tener tiempo para dedicarle a este proyecto.

Desde este medio, celebramos y destacamos a los artistas locales que logran sus objetivos y más, explorando territorios nuevos, donde el arte es especial y sirve de impulso y experiencias únicas. 
Este año hemos destacado a una gran cantidad de ellos, con logros más que notables en diversas ramas del arte; desde arte visual y plástico, como también teatral, dancístico, musical y también en el mundo de las letras. El arte siempre va a ser el motor de cualquier alma y la búsqueda infinita de algo más grande. 

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