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Información General Sábado 23 de Diciembre de 2023

Luisina Arito, la rafaelina que conquista nuevos espacios artísticos en Buenos Aires

La actuación y la danza son dos mundos que Luisina domina muy bien; tanto como bailarina en "La Bella Durmiente", dirigida por el coreógrafo y maestro Jorge Amarante, como actuando en Selenkay, serie de Disney+, la rafaelina brilla y deja su huella.

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FOTO ARCHIVO Crédito: EN EL TEATRO. Luisina posa dentro del espacio del teatro porteño El Nacional. Foto 1 de 2
REDACCION

Por REDACCION

El año pasado, este medio destacaba la participación de la rafaelina Luisina Arito en la serie original de Disney+ llamada Selenkay. Luisina es Flox Rivera en esta producción que llegará a todas las pantallas próximamente, en 2024. Hoy llega el momento de destacar su presencia en el escenario del Teatro El Nacional, en la obra "La Bella Durmiente", de la compañía del coreógrafo y maestro, Jorge Amarante. Sí, en esta ocasión, la rafaelina se destaca en su rol de bailarina. Además de ser actriz, explora diferentes ramas del arte; canta, baila y actúa, lo que se dice, una artista completa. 
"La Bella Durmiente" tuvo su estreno en el teatro de calle Corrientes, a comienzos de diciembre. Continuó con más fechas durante el mes y se despidió -por el momento- de la cartelera. Al salir a la luz su participación, Luisina expresaba en sus redes sociales: "Un año a pura danza, una vida a puro baile y las vueltas que tienen todo el sentido... felicidad pura de formar parte de esto. Por momentos pienso que soy yo la que está dormida en un sueño constante".
Su formación comenzó desde muy pequeña, en el estudio local de danza, Isadora. Ya instalada en Buenos Aires y trabajando en el mundo de la actuación, no dejó atrás su pasión por la danza y continuó formándose en el reconocido estudio de Olga Ferri. Con toda la fuerza de su juventud y el impulso de su vocación, Luisina se anima siempre a lo nuevo.
En esta oportunidad, dialogó con LA OPINIÓN para comentar en detalle su experiencia y sus sentires luego de un gran debut escénico. 

¿Cómo te convocaron para La Bella Durmiente?
Yo tomo clases de clásico y de contemporáneo en el estudio de Olga Ferri, en Buenos Aires. Una de mis maestras principales es Analía Sosa Guerrero, ella es bailarina estable del Teatro Colón y además es maestra en el estudio de Olga. Pude generar un vínculo muy hermoso con ella y me ayudó en muchos procesos que transite este año de mis decisiones artísticas. Pregunté en su momento si hacían audiciones en la compañía, y me dijeron que no estaban buscando bailarines. Resulta que Analía es la compañera de vida de Jorge Amarante y en muchas ocasiones del año, Jorge la ha reemplazado. El 28 de julio, Jorge se comunicó conmigo; me acuerdo el día exacto porque era el cumpleaños de mi hermano. Me dijo que él había pensado en mí para cuerpo de baile de su nuevo espectáculo y que estaba con ganas de empezar a armarlo. Fue un momento que nunca me lo voy a olvidar. La verdad que yo súper agradecida. Le dije que sí y le di las gracias. A él y a Analia, por confiar en mí para estar en la compañía.

¿Cómo viviste esta experiencia en el escenario del Teatro El Nacional?
Bailar en el escenario del Nacional fue muy lindo, muy hermoso. Estaba bastante nerviosa porque entras por la platea, y ves todas las butacas vacías, y ves que entra mucha gente y que el escenario es distinto al lugar donde ensayaste... Pero a mí me pasa algo que me pasa también en la actuación, que cuando entro al set o al escenario o a donde sea, se me pasan los nervios. Me acuerdo la primera escena que grabé frente a cámara y que vi el set y dije, no voy a poder. Cuando entré, algo se transformó, como en tempestad, en disfrute absoluto. Pienso que no vale la pena sentir otra cosa que no sea disfrutar porque ya ese es el momento donde está todo hecho. Tenés que confiar en lo que ensayaste y sabés, y confiar en tus compañeros. Ese día también fue lindo porque mis papás no iban a poder ir al estreno, iban a ir a la tercera fecha recién. Y bueno, me tocó la puerta mi papá ese día y yo la abrí, no sabía que iba a venir. Fue muy lindo. Saber que él iba a estar sentado ahí, fue muy especial. Después vino mi mamá, mi hermano. La parte más linda fue compartirlo con ellos. Una experiencia maravillosa. Un teatro increíble.

¿Fue tu primera vez siendo parte de una compañía? ¿cómo atravesaste el trabajo en equipo?
La verdad es que es grande y al mismo tiempo requiere de mucha responsabilidad y de compromiso. Yo con esas experiencias nuevas, tanto como filmar una película o una serie, o esto que es estar en una compañía de danza, trato de aprender de todos los roles y lo trato de disfrutar desde ese lugar, del aprendizaje y del crecimiento como profesional. Aprendí muchísimo de Jorge dirigiéndonos, tratar de entenderlo a él para saber qué es lo que quería montar. De repente, nos empezaba a marcar cosas que no sabíamos para dónde iban y terminó en un número que quedó hermoso. Me generó mucha admiración y traté de absorber esa creatividad que tiene Jorge y esa creación constante en la que está. Es hermoso formar parte de eso y trabajar en equipo. Es un desafío porque nosotros, como cuerpo de baile, tenemos que ser uno, y es difícil porque todos venimos de lugares distintos, de técnicas distintas. Hay bailarines del Colón, del San Martín, del estudio de Olga... Creo que es una búsqueda que no termina, pero es lindo porque sabes que podés contar con ellos. Te apoyas en tus compañeros y compañeras; en el escenario estás vos con tu alma y ellos, así que es muy lindo trabajar en grupo. 

¿Un balance de tu año a nivel artístico?
El mayor logro para mí fue poder entender muchas cosas con las cuales desde chica estuve muy preocupada. Siempre tuve dos caballos tirando para distintos lugares opuestos, entre la danza y la actuación, tenía que ser una cosa o la otra. Y este año, con esta oportunidad, pude entender que pueden encaminarse. No dejé de hacer cosas audiovisuales y pude hacer esto, y tuve ensayos de esto y ensayos de otras cosas. Pude entender que hay que dejarse llevar un poco por lo que aparece y confiar en esas oportunidades, y que eso atrae otras cosas. Pueden complementarse. Pude seguir grabando, bailar en calle Corrientes con una compañía hermosa, con un número increíble... Muy lindo terminar el año así. 

¿Proyectos para el futuro?
Hay varias cosas que tengo ganas de hacer y cosas que están desarrollándose. Vamos a seguir con Bella Durmiente el año que viene, hay varias fechas. También se va a estrenar la serie Selenkay, muchas expectativas con ese lanzamiento. Tengo ganas de ver cómo quedó, de disfrutar el trabajo que hicimos. También estoy ensayando una obra de teatro con María Zubiri, que es actriz, directora y dramaturga maravillosa; vamos a hacer una obra que se llama La Segunda, en Buenos Aires. Estoy segura de que va a ser un año lleno de aprendizaje y de crecimiento profesional en todas estas áreas que son la actuación y la danza.  

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