Este domingo por la tarde, el Festival de Teatro comenzó a despedirse de lo que fue su decimonovena edición.
En la Plaza 25 de Mayo, “Acrobacias en juego”, convocó a una multitud. El día se prestó con un clima agradable, dentro de las bajas temperaturas, con un sol que comenzó a calentar desde temprano.
Entre piruetas y grandes acrobacias, los más chicos miraban atentamente mientras jugaban entre ellos. “Circo Caravan” es una compañía de circo que, a través de la integración de diferentes lenguajes como el humor, la expresión corporal, las acrobacias, la danza y el teatro, fusiona lo majestuoso, elegante y colorido del circo tradicional con la espontaneidad, interacción y dinámica de los espectáculos callejeros.
Ya en el Cine Belgrano, el público comenzó a ingresar a lo que sería el último espectáculo de esta decimonovena edición. En primer lugar, se transmitió un video resumen de estos cinco días, con el pasar de las obras y también del público y de los artistas, que dejaban sus buenos deseos para lo que va a ser la vigésima edición de este festival. Todos coincidían en agradecer poder estar acá, sobre todo en un contexto lleno de adversidades para la cultura y el arte. Asimismo, el público valoró cada obra y acompañaron el festival pese al frío polar. Todas las salas estuvieron llenas al igual que los espacios al aire libre.
A su vez, Viotti subió al escenario para dar su discurso de cierre: “Feliz de llegar a este momento, salió como lo soñamos. Trabajamos muchísimo para que esto suceda”.
También aprovechó para agradecer a todos los que hicieron posible el Festial: “Quiero agradecer a los vecinos que han participado. El festival latió con fuerza, la ciudad latió con fuerza, porque la comunidad se apropió de la ciudad y la ciudad se apropió del festival. Es así que pudimos disfrutar todos estos días de obras en distintos sectores de la ciudad”.
Asimismo, destacó: “Tuvimos obras abiertas al público, una entrada accesible para que todos pudieran participar y la gente lo supo aprovechar, pudimos ver obras de gran calidad”.
Para finalizar, hizo hincapié en seguir apostando a la cultura: “Instamos a todos a seguir apostando por la cultura, por el arte y el teatro y eso se hace como lo hicimos acá. Nosotros demostramos que pese a las adversidades podemos hacer una gran obra. Pensemos la vigésima edición del festival, tiene que ser grande, con más potencia y fuerza para que siga creciendo. Lo vamos a lograr si trabajamos de manera conjunta”.
Ya a las 19:00 llegó el turno de La orquesta de El Cuarteto del Amor, una comedia musical para deleitarse en un viaje al antaño, teniendo como destino el amor en todas sus expresiones. Los espectadores se llevaron una experiencia de felicidad, locura y suspiros. No se limitaron a fronteras de países, ni géneros específicos, si no que precisaron la belleza latente que estuvo de la primera mitad del siglo XX.
Su repertorio incluye géneros como el swing, el bolero, el jazz, la rumba, el foxtrot, la cueca, el son cubano, la milonga, entre otros. Todo esto compuesto, arreglado y ejecutado musicalmente a la vieja usanza.
Las intervenciones con el público fueron dinámicas y agradables, prestándose al juego constante. El talento de los artistas en escena demostró la calidad de la programación del Festival de Teatro y su curaduría.
Quedará esperar, con paciencia y ansias, a que la vigésima edición del Festival de Teatro de Rafaela 2025 sea aún más grande y aún más convocante. Imaginar, soñar, pero también trabajar para que eso suceda, como desde sus comienzos. Un final feliz para estos cinco días a puro teatro.
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