Del miércoles 10 al domingo 14 de julio, el Festival de Teatro de Rafaela hizo su magia; alrededor de 20 mil personas recorrieron todas las salas de teatro convencionales y también las alternativas. Entre esa multitud había rafaelinos, pero también gente de la zona y de otras provincias, que aprovechaban la ocasión para conocer la ciudad y ver buenas obras teatrales.
La Máscara, el Teatro Lasserre, el Cine Belgrano y la sala del Complejo Cultural del Viejo Mercado tuvieron gran parte de la programación, pero asimismo, se pudo disfrutar del aire libre; en diferentes plazas de la ciudad, se llevaron a cabo obras circenses, con mucha concurrencia de vecinos que se acercaban a ver. Una ventaja fue que el sol estuvo bien arriba los cinco días que duró el Festival, lo que permitió que, pese al frío polar, la gente saliera igual de sus casas para disfrutar.
Cabe destacar que, como hace varias ediciones, el Festival se ubica en el receso escolar de invierno, precisamente para que los más chicos puedan ser parte. Las familias coparon todos los espacios, acompañando a sus niños con mate, reposeras y mantas.
Se puede decir que la programación fue lo mejor del festival; con una excelente curaduría, las obras que se exhibieron en la ciudad fueron de altísima calidad. En total, 15 piezas llegaron desde Tucumán, Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza, y otras 6 fueron piezas rafaelinas, con actores y actrices locales. Para todos los gustos y edades, la grilla fue pensada estratégicamente contemplando la cantidad de días que, a diferencia de otras ediciones, fueron menos. Cinco días, 21 obras y casi 40 funciones para que nadie quede afuera.
Dramas, comedias, tragicomedias, circo callejero, performances, teatro documental, audiotour dramatúrgico, musicales, danza teatro, teatro de sombras, entre otros géneros teatrales que se presentaron durante los cinco días de festival.
LA OPINIÓN tuvo la oportunidad de acompañar de cerca una vez más y como todos los años a este festival tan esperado por los rafaelinos y por los artistas que vienen de visita.
UNA MULTITUD EN LA PERFORMANCE DE APERTURA Y EN EL CIERRE
Como en todas las ediciones, el público rafaelino se reunió en pleno bulevar Santa Fe para acompañar la apertura de la decimonovena edición, con una performance atípica para lo que suele ser el desfile habitual, pero que cautivó a todos desde el minuto uno. En el comienzo de los canteros, bien cerca de la Plaza 25 de Mayo, el Laboratorio de Performance encendió la tarde fría con su energía.
Ya en el cierre, en la Plaza 25 de Mayo, “Acrobacias en juego” convocó a una multitud. Luego, en el Cine Belgrano, se transmitió un video resumen de los cinco días, con el pasar de las obras y también del público y de los artistas, que dejaban sus buenos deseos para lo que va a ser la vigésima edición de este festival. La orquesta de El Cuarteto del Amor cautivó con el talento musical a todos los presentes.
EL PLATO FUERTE DE LA PROGRAMACIÓN: ÉRICA RIVAS Y LA COMPAÑÍA EL SILENCIO
No todos los años vienen artistas de semejante talla a la ciudad, en el marco del Festival de Teatro. Al difundirse la programación, el público quedó cautivado por las obras "Matate, amor", con la actuación de Érica Rivas y "Sombras, por supuesto", con la interpretación de Esteban Lamothe, Pilar Gamboa, Esteban Bigliardi y Susana Pampín.
Con una única función en el Teatro Lasserre y a sala llena, Érica deslumbró al público con un monólogo desopilante, en un drama teñido por momentos de risa, en esta adaptación del libro de Ariana Harwicz.
En Sombras por supuesto, los cuatro artistas desplegaron su talento dentro de un cuadrado en la sala de La Máscara. En este drama-comedia, la compañía El silencio se reunió nuevamente luego de una década, y se llevó todos los aplausos del público presente.
GUSTAVO MONDINO: "EL BALANCE ES SUMAMENTE POSITIVO"
En diálogo con LA OPINIÓN, el director artístico del Festival de Teatro hizo un balance sobre lo que fue esta decimonovena edición: "Me siento muy contento, muy agradecido por esta edición que pasó. Siento que tuvimos un desafío importante, que fue sostener este espacio en un marco macro de país económico muy complejo, donde también era un desafío porque hubo cambio de gobierno en la ciudad. Por primera vez cambió el signo político y también era un desafío entendernos, escucharnos, ver qué pensaban del Festival, qué ideas tenían, si iban a tener amplitud como para el sostenimiento del Festival y desde ese lado fue una grata sorpresa, porque nunca se puso en duda la continuidad de este evento, entendiéndolo como un evento que es de todos los rafaelinos, que excede la cuestión organizativa, presupuestaria que tiene que ver con 'este evento se hace sí o sí'; es un evento de la ciudad para la ciudad".
Además, afirmó: "Trabajamos muy bien una edición en donde por supuesto, si bien contábamos con el presupuesto que se proyectó desde el año pasado, los números hoy y la devaluación hacen que alcance para menos, entonces partimos de una idea de festival más pequeño, con menos cantidad de obras, para estar trabajando tranquilos y no estar tan apretados".
"Pudimos armar una edición muy potente con una programación muy exquisita, con 15 obras que llegaron de diferentes partes del país y con 6 espectáculos locales que hicieron que todas las salas estén colmada,s que pasemos por espacios alternativos, que vayamos a las salas de teatro convencionales, que visitemos y llenemos diferentes plazas en diferentes barrios de la ciudad, que tengamos el cierre de plaza en la 25 de mayo con un espectáculo que hizo estallar la plaza de gente, que tengamos una apertura realizada por un equipo rafaelino con la mirada de Juan Parodi proponiéndonos revivir y vivir la ciudad por un rato de otra manera, descubriendo lugares intervenidos por artistas que trabajaron durante algunos meses para esta performance de apertura", agregó. "Esto lo relaciono con la masiva participación en los laboratorios de creación del festival, que es algo que venimos sosteniendo por cuarto año en donde muchos artistas de Rafaela se convocan en estos espacios de laboratorio para estrenar los procesos de trabajo dentro del festival con el deseo de estos artistas de ser parte del festival, de ponerle el cuerpo muchos de ellos artistas que nacieron y se criaron teniendo un festival en Rafaela y ahora siendo parte del mismo", sumó Mondino.
Para finalizar, expresó: "El balance es sumamente positivo, nos reafirma como política cultural, como un espacio que la gente espera y desea, como equipo de producción del festival entendiendo que se vienen los 20 años, que vamos a querer crecer que vamos a querer innovar en algunas cosas y sobre todo entendiendo que el festival es algo que se multiplica y que cada año hay gente que lo descubre por primera vez y hay otra que lo sigue desde el primer año, entonces muy contentos con la contundencia con la que este evento llega a la ciudad, desembarca en la ciudad y transforma nuestros días por algunos días".
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