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Información General Jueves 25 de Agosto de 2022

La cara de San Martín

El artista Ramiro Ghigliazza reprodujo el rostro del Libertador mediante el uso de Photoshop y reemplazó cada segmento de la cara tomada de la base de viejos retratos.

REDACCION

Por REDACCION

Una muestra integrada por obras del artista gráfico Ramiro Ghigliazza que reconstruyen digitalmente el rostro del general José de San Martín desde los 3 hasta los 70 años se puede ver hasta el 31 de agosto en la Legislatura de Mendoza, primera escala de una gira que la llevará luego por distintas ciudades europeas.
A través de fotos de diversas personas y técnica digital, el artista reprodujo el rostro del Libertador mediante el uso de aplicaciones digitales como el Photoshop y reemplazó cada segmento de la cara tomada de la base de viejos retratos.
Con un exhaustivo trabajo de investigación, Ghigliazza se basó en los testimonios de sus contemporáneos y en la única fotografía existente del general tomada en el año 1848 en París, cuando tenía 70 años de edad. Así logró humanizar la imagen del prócer reconstruyendo su rostro desde su infancia en Yapeyú hasta su muerte en Boulogne Sur Mer, en el norte de Francia.
"Esa es la imagen más fiel que tenemos de él, por eso pensé: qué bueno sería reconstruir su piel, su textura y a partir de esa imagen hacer un viaje por su vida", relata el artista acerca de la génesis de este trabajo.
"La idea es ponerse en la piel de San Martin en todas sus etapas, un viaje en el tiempo hacia su infancia, su etapa de cadete en Murcia, sus batallas, la etapa española que es fabulosa porque además de ser argentino él es universal y referente en todo el mundo", apunta.
El ilustrador nació en Morón, se crio en La Pampa, estudió en Buenos Aires, se perfeccionó en Rosario y, desde hace ya varios años, vive en Pueblo Esther, en Santa Fe.
Según relata Ghigliazza, esta idea se inició a la edad de 12 años. "Yo tenía una obsesión, que era quedarme con la última imagen de una persona, ese último gesto que tienen cuando están en su mundo y no están impostando alguna posición", comenta. Y agrega: "Cada rostro, cada imagen, te lleva a hacer un viaje hacia su personalidad y su historia. Y en el caso de San Martin, son sus cejas y su mirada lo que más resaltan".
"Una de las diferencias entre los retratos pintados que conocimos y el retrato digital está dada por la forma de las cejas. Los retratistas obviaban detalles que quizás les parecían feos, pero yo los incluyo porque hacen del prócer una persona más interesante, más cercana y más humana", indica Ghigliazza. TÉLAM

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