Por David A. Bednar
El apóstol Pedro y los profetas Jacob y Moroni, del Libro de Mormón, hacen hincapié en el don espiritual de la esperanza en Cristo de maneras igualmente esclarecedoras.
Por ejemplo, Pedro declaró: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 Pedro 1:3; cursiva agregada). Fíjense en el uso de la palabra “viva” para describir la “esperanza”.
Jacob proclamó: “Así pues, amados hermanos, reconciliaos con él por medio de la expiación de Cristo, su Unigénito Hijo, y podréis obtener la resurrección, según el poder de la resurrección que está en Cristo, y ser presentados como las primicias de Cristo a Dios, teniendo fe y habiendo obtenido una buena esperanza de gloria en él, antes que se manifieste en la carne” (Jacob 4:11; cursiva agregada). Fíjense en el uso de la palabra “buena” para describir la “esperanza”.
Y Moroni declaró: “Y también me acuerdo de que has dicho que tienes preparada una morada para el hombre, sí, entre las mansiones de tu Padre, en lo cual el hombre puede tener una esperanza más excelente; por tanto, el hombre debe tener esperanza, o no puede recibir una herencia en el lugar que tú has preparado” (Éter 12:32; cursiva agregada). Fíjense en el uso de la palabra “excelente” para describir la “esperanza”.
¿Qué es la esperanza en Cristo?
El don espiritual de la esperanza en Cristo es la gozosa expectativa de la vida eterna por medio de “los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías” (2 Nefi 2:8) y el fuerte deseo de recibir las bendiciones que se han prometido a los justos. Los adjetivos “viva”, “buena” y “más excelente” en estos versículos sugieren una seguridad enérgica y en constante aumento de la resurrección y de la vida eterna por medio de la fe en Jesucristo.
El profeta Mormón explicó: “Y además, amados hermanos míos, quisiera hablaros concerniente a la esperanza. ¿Cómo podéis lograr la fe, a menos que tengáis esperanza?
“Y, ¿qué es lo que habéis de esperar? He aquí, os digo que debéis tener esperanza, por medio de la expiación de Cristo y el poder de su resurrección, en que seréis levantados a vida eterna, y esto por causa de vuestra fe en él, de acuerdo con la promesa.
“De manera que si un hombre tiene fe, es necesario que tenga esperanza; porque sin fe no puede haber esperanza” (Moroni 7:40–42).
Aporte: Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días.