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Información General Miércoles 14 de Junio de 2023

Isabel Allende y su nueva novela sobre refugiados

En su último libro "El viento conoce mi nombre", la escritora chilena narra sobre el desarraigo de los refugiados a partir de la separación de una niña con su madera en la frontera que conecta con el pasado del Holocausto.

REDACCION

Por REDACCION

En "El viento conoce mi nombre", la última novela de Isabel Allende, la escritora construye quizá su libro más urgente: una trama sobre el desarraigo de los refugiados a partir de la separación de una niña de su madre en la frontera que conecta con el pasado del Holocausto para deshilvanar problemáticas como la migración, la violencia y la crueldad, pero también para alumbrar los intersticios donde se cuela el amor, la solidaridad y la esperanza. "El arte conecta a los seres humanos de una manera íntima", sostuvo.
Desde su oficina en Estados Unidos, donde está viviendo temporariamente mientras su marido se recupera de Covid, Isabel Allende compartió una conferencia de prensa con medios de habla hispana a propósito de su última novela publicada por Penguin Random House. "La mecha fue en 2018 con la política de Trump de separar niños de sus padres en la frontera. Apareció en la prensa el reportaje de unos niños en jaula, de los niños separados de sus familias y nadie pensó en la reunificación. Habían deportado a los padres y no habían seguido la pista de los niños. Hoy tenemos mil niños que no han sido reunificados con sus familias", planteó como disparador.
Al igual que desde hace 40 años con cada uno de sus libros, a "El viento conoce mi nombre" lo empezó a escribir a principios de enero, un poco por superstición y otro tanto por disciplina, dos ingredientes que la autora combina con precisión y que a sus 80 años, como dice, le han dado muy buenos resultados: es la escritora en lengua española más vendida y traducida, autora de libros emblemáticos como "Eva Luna", "Paula" y "La casa de los espíritus", su primera y exitosa novela, que este año, en octubre, estrena serie producida en Chile y protagonizada por Eva Longoria. Una adaptación que celebra porque es la primera hecha por mujeres, en español y latinoamericana, a diferencia de la famosa película producida en inglés y protagonizada por estrellas de Hollywood.
La historia de su nueva novela le dolía hasta apretarle el estómago, ahí donde para ella se ubican las tramas que luego serán libros: "Las historias que termino escribiendo son como semillas que tengo en el vientre más que en la cabeza, y van creciendo y creciendo hasta que me ahogan. Y entonces, ya sé que es tiempo de escribirla. Luego viene todo el proceso de investigación, que me da mucho material. Y con esta novela fue una investigación muy fácil porque está pasando hoy, y conozco a la gente que está trabajando para lidiar el problema, porque en eso trabaja mi fundación".
Al horror, al desarraigo y a la violencia, Allende la conocía de primera mano justamente por el trabajo de la fundación que lleva su nombre allí en la frontera. Tal vez por eso no fue difícil verle la cara humana al problema que en los medios se presenta bajo el significante vacío de migrantes y refugiados. Para la narradora detrás de esos números hay historias, tragedias familiares, itinerarios desembrados. Niños sin padres y sin madres. Madres sin hijos.
El título del texto se inspira en el borramiento de la identidad de los niños y las niñas que llegan a la frontera, porque cuando el sistema los encuentra los identifica con un número (a veces porque son chiquitos y no saben sus nombres o la comunicación se vuelve difícil por la diferencia lingüística). Anita, la protagonista, quiere que "alguien recuerde su nombre verdadero. Ella no es un número, lo cual tiene un cierto eco con el hecho de que a los judío los marcaban con un número", apuntó la escritora.
De la misma manera en la que el drama se cuela con la pluma conmovedora de una escritora que no es ajena al dolor social, también en su literatura hay lugar para verle el lado luminoso a la humanidad. "Cuando uno lee las noticias, solamente se entera del horror que sucede en el mundo, nadie habla de lo bueno que está sucediendo y de la gente que está tratando de ayudar. Como yo trabajo con esa gente, para mí es muy fácil balancear lo bueno y lo malo", comentó.
Hace algunos años que Allende viene advirtiendo sobre lo que llama una crisis humanitaria, cuya mayor expresión es la violencia contra las mujeres. Por eso, el enemigo es el patriarcado. "Lo que veo es que la gente que está trabajando por ayudar a los refugiados son casi todas mujeres. Porque ahí no hay ni dinero, ni gloria, ni fama. Hay cuarenta mil abogados en los Estados Unidos pero los que acompañan a los niños en las cortes son todas mujeres. Las trabajadores, las psicólogas. Este libro es un homenaje a ellas también". TÉLAM

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