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Información General Viernes 9 de Junio de 2023

Gustavo Mondino: "Sentimos que esta obra deja una pequeña huella en cada espectador"

Hoy, 9 de junio, vuelve "Nombrarte recuerdo" a la sala del Centro Cultural La Máscara. En diálogo con LA OPINIÓN, el director e intérprete de la obra suma detalles sobre el regreso y sobre estas últimas funciones a modo de despedida.

REDACCION

Por REDACCION

Tal como se anticipó en este medio, hoy vuelven las funciones de "Nombrarte recuerdo", un trabajo colectivo con dirección de Gustavo Mondino que se estrenó en 2019 con más de 30 funciones a sala llena. Se podrá ver también el viernes 16 de junio a las 21:30, y el domingo 11 y lunes 19 de junio a las 20:00.
La síntesis de la obra dice lo siguiente: "Un grupo de teatro prepara su obra de autoficción: la propia experiencia se vuelve material escénico, construye relatos desde la intimidad, el amor, lo incierto, el dolor. Las palabras intentan nombrar aquello que vibra en el cuerpo, la piel es una bitácora de eso que fueron y lo que son: muestra y esconde recuerdos. Habitar la escena es desandar heridas devenidas en cicatrices".
Cabe destacar que el proyecto fue seleccionado en 2019 por el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe en el marco del programa Escena Santafesina.
Las entradas tienen un valor de $ 1500 para la general. Para estudiantes, $ 1400 y para jubilados, $ 1200. La boletería está habilitada de lunes a viernes de 17:00 a 20:00 y una hora antes de cada función en el Centro Cultural La Máscara (Constitución 250). Pueden reservarse también vía teléfono y WhatsApp: 3492 503222. 
Para conocer más detalles sobre el regreso de esta obra teatral, LA OPINIÓN dialogó con Gustavo Mondino, director e intérprete. 

¿Cómo surgió la idea de Nombrarte recuerdo? ¿y el nombre?
Gustavo Mondino: Nombrarte recuerdo surge por una necesidad mía de investigar en el género del teatro de autoficción. Yo hacía varios años que venía viendo el resurgir de este género, en el país y también a nivel internacional. Entonces, me acerqué a Marina Otero, a quien yo admiro mucho, y le propuse que venga a dar unos unos seminarios a Rafaela para abordar este género. A raíz de de haber tenido estos encuentros con Marina, el equipo de Punto T de La Máscara también se vio motivado y me acompañó en esta idea. El nombre de la obra surge porque nos gustaba seguir sosteniendo esto de un de un nombre corto, unas palabras que en principio parecen no tener que ver. Fue como tirar muchas posibilidades y jugar con palabras durante un tiempo; descartar y volver a probarlas. Nombrarte recuerdo fue el que terminé eligiendo porque hay una parte de la obra que dice que si a las cosas nos las nombramos, corremos el riesgo de olvidarlas. 

¿Cómo fue el proceso creativo?

G.M: El proceso creativo fue hermoso, fue un proceso de más de un año y medio de trabajo y de investigación, porque en este trabajo la dramaturgia es propia. A lo largo de la obra, uno escucha el relato de los siete intérpretes. Además, la obra habla acerca de un momento particular de la compañía Grupo Punto T de la máscara, y de la sala y del espacio, un momento de recambio de de gente, en donde muchas personas que fueron pilares del espacio durante muchos años ya no están, y al proyecto se sigue sumando gente nueva... La obra refleja esto. A su vez, los intérpretes abordan diferentes temas como el amor, las separaciones, las pérdidas, la vida, la muerte, la infancia, la relación con los padres... Nos proponíamos ensayos temáticos que preparábamos, llevábamos material que poníamos en escena para mostrarles a nuestros compañeros y compañeras; cada uno abría su corazón para contar historias. El gran potencial que tiene esta obra es que llega al corazón de cada uno de los espectadores, porque en alguna de las historias sí o sí te sentís identificado. La obra funciona como un espejo en donde el espectador puede mirarse. También tiene mucho humor y la gente se divierte.

¿De qué forma combinás el rol de director e intérprete?

G.M: Ser intérprete y director no fue nada fácil. El trayecto más largo de mi vida en relación al teatro tiene que ver con haber sido actor, entonces ponerme en el lugar de director tiene que ver con algo que disfruto mucho, porque ver a un equipo de actores en escena me motiva y me estimula. Creo que la retroalimentación que sucede en estos procesos de trabajo es hermosa. Y acá lo que pasaba era que yo a este género autoficción lo venía disfrutando y quería experimentarlo, me imaginaba todo el tiempo en escena. Cuando llegó el momento de embarcarnos, dije sí, yo quiero dirigir un proyecto así, pero también necesito estar en escena. Armé un equipo con dos asistentes, en principio, que miraban todo el proceso desde afuera y eran quienes hacían un poco de ojos externos. Yo divido con ensayos en donde corro y miro desde afuera, entro y actúo. También trabajamos mucho filmándonos y viendo eso. Fue un proceso arduo, pero hermoso. Marina Otero también se vino a trabajar con nosotros y muy generosamente me dio su mirada sobre el material; eso fue muy revelador y me ayudó a tomar las últimas decisiones acerca del trabajo.

¿Cómo se preparan para esta cuarta temporada?, ¿expectativas para este regreso?
G.M: Volvemos con mucha alegría. Esta obra la estrenamos en 2019 y fue hermoso porque fueron todas a sala llena. Nos despedimos con muchas ganas de volver en 2020 y llegó la pandemia, por lo cual estuvimos esperando ansiosos el regreso. Esta va a ser la cuarta temporada, creemos que es la despedida. Nos cuesta despedirnos de este trabajo porque nos dio mucha alegría. Es muy sanador, una experiencia de mucha exposición, en donde cada uno se animó a abrirse, en una ciudad que sabemos es pequeña y en donde nos conocemos mucho. Cada uno puso su corazón en escena, abriéndose y contando relatos que tienen que ver con nuestra vida, con nuestra intimidad, con nuestras zonas vulnerables, y eso el público lo recibe del mismo modo, lo recibe con mucho amor, con un corazón super abierto y están muy permeables a lo que sucede en la obra.  Estamos contentos porque sentimos que esta obra deja una pequeña huella en cada espectador. Nosotros como artistas somos inmensamente felices con ese feedback, con el público. Como actores trabajamos para que nos vean y para que disfruten de nuestro trabajo, así que muy contentos. Volvemos con expectativas de que la pueda ver mucha gente más. 

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