Por REDACCION
Frank Brown fue un famoso clown, conocido como el payaso inglés. Había nacido en Brighton al sur de Londres en 1858 y ya a los 12 años trabajaba en los circos de Europa. Su bautismo circense se produjo en Rusia y se despidió de su profesión en 1924. Su fallecimiento ocurrió en Buenos Aires el 9 de abril de 1943. Sus restos descansan en el Cementerio Británico de la Chacharita.
Era un artista excepcional, completo, acróbata, músico, malabarista, trapecista, “cavalier” (1), realizaba piruetas sobre un pony blanco que eran muy festejadas; sus actuaciones llegaron a Finlandia, Suecia, Noruega, Estados Unidos y México, entre otros países.
Estando de gira por Sudamérica llegó a la Argentina en 1877. Quedó deslumbrado con Buenos Aires y se radicó en forma definitiva.
Actuó en el Teatro Coliseo con la Compañía de los hermanos Carlo realizando increíbles pruebas como acróbata, entre ellas el triple salto mortal y como jinete de un brioso caballo blanco.
Tuvo su propia sala como lo digo en la parte principal del artículo, merced a un grupo de inversores. Era un ídolo para los niños y tenía como particularidad al realizar cada actuación, repartir chocolatines que portaba en una canasta, a los niños pobres los dejaba entrar gratis.
Tuvo penurias en su vida: falleció un hijo y posteriormente su esposa Ketty al realizar un espectáculo ecuestre. Pero también, revancha: los últimos días de su vida los pasó junto a Rosalía Robba de profesión ecuyere a quien había conocido en Londres. Una calle de Buenos Aires lleva su nombre: corre paralela a Mariano Acosta y Pergamino en el Bajo Flores.JPM
(1) palabra francesa, jinete de circo.
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