Por REDACCION
Por Hugo Borgna
Ya ves, Fortunato, que de pronto, sin que un rayo de decisión haya roto de pronto los protocolos, estamos aquí, los que estamos teniendo la suerte de haber compartido momentos con vos.
Somos muy atrevidos, Fortunato, ya estás comprobando que no estamos diciendo “contigo”, que suena castizo e integrador que el “vos” (adaptación inadecuada pero que fue ganando terreno para expresar los sentimientos bien de fondo).
Es bueno, grato y bello llegar al interior más afectivo de alguien a quien se nombra prudentemente “Señor Nari” o, con mucha audacia sentir que hasta hemos roto barreras al decir respetuosamente “Fortunato”.
Muchos estamos agradecidos a tu trascendente solidaridad en distintos momentos de la inicial actividad de escribir de tantos, cuando resumías tu elogio en dos o más palabras, en su momento imprescindibles para continuar armando rompecabezas de palabras.
¿Notaste, Fortunato, que está dicho “rompecabezas” y no “puzzle”?. Es porque leyéndote, se registra la expresión genuina. Nuestra generación, además, armó esos rompecabezas que nos regalaban los parientes bien intencionados para nuestros cumpleaños.
En esto estamos ahora, Fortunato. En celebrar tu cumpleaños número de trascendencia y presente
Por todo lo que sos, te saludamos.
Y, como se acostumbra en estos momentos de felicitación, resaltar el gusto de que estés entre nosotros.
Este es un momento de felicidad. Una manera de empezar a devolver tus atenciones. Que pensamos seguir teniendo.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.