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Información General Lunes 8 de Febrero de 2021

Febrero sin Cosquín Rock: el año que la pandemia le dijo no al “mito de las sierras”

Después de 20 años ininterrumpidos, no habrá Cosquín Rock en las sierras cordobesas. La pandemia de Covid-19 paralizó la actividad musical durante 2020 y recién por estos días está volviendo lentamente a la presencialidad con protocolos. Si la vacunación lo permite, habrá edición 2022. La de este año iba a ser el 13 y 14 de este mes.

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FOTO GERMAN SANCHEZ Crédito: NO HABRA COSQUIN ROCK. Esta típica imagen del Escenario Norte colmado de gente, no se verá este año en Santa María de Punilla.
Germán Sánchez

Por Germán Sánchez

Durante toda la mañana y buena parte de la tarde estuvo nublado y se podían ver las nubes reposando sobre las sierras, lo cual no parecía un buen presagio si de evitar la lluvia se trataba. De todas maneras, a nadie le importó. La conocida peregrinación por la Ruta 38 no se hizo esperar y la multitud llegó de todos los puntos cardinales.
Ese sábado 8 de febrero era como cualquier sábado. Salvo por el detalle que era el día en que comenzaba la edición número 20 del Cosquín Rock. Y estaba llamado a recordarse solo por eso, por ser un sábado de febrero que como cada año la fiesta del rock nacional se ponía en marcha. Nadie podía suponer que un año después ese ritual no podría repetirse y mucho menos con la cantidad de gente junta en un mismo lugar que convoca el festival.
Pasó un año. A esta altura se tendría que estar hablando de que dentro de una semana se celebra la edición 21, de la grilla, de la venta de entradas, del viaje, del alojamiento, del merchandasing. Sin embargo, hace ya un año venía tomando forma un virus del que casi nada se sabía en ese momento en la Argentina. En apenas un mes todo cambió. Para marzo de 2020, lo que era una epidemia pasó a ser una pandemia y el mundo se paralizó. Se paralizó como nunca se había visto en la historia moderna.
Y se comenzó a hablar de cuarentena, distanciamiento, protocolos, barbijos. Las actividades se paralizaron por completo y ya nada fue igual. Ni juntarse a almorzar un domingo en familia ni ir a trabajar. Muchos menos el entretenimiento. La música, la cultura, el teatro y todas las expresiones artísticas entraron en un parate interminable que recién hace unas pocas semanas comenzó a terminar. De todas maneras, este año no habrá Cosquín Rock. No habrá ceremonia rockera en Santa María de Punilla, no habrá miles y miles de fanáticos compartiendo despreocupados a su banda favorita. Para ello habrá que esperar. Tal vez la esperanza de las vacunas contra el Covid-19 sea la mayor apuesta para que en 2022 la fiesta vuelva a ser como fue.
El 6 de noviembre pasado, José Palazzo, creador del festival, confirmaba que no habría edición 2021 en febrero. El mismo Palazzo, el 4 de diciembre publicaba en sus redes un video con imágenes del Cosquín Rock y de fondo Esperando el Milagro, de Las Pelotas. Un canto a la esperanza, una expresión de deseo, que no pasó de eso. Porque en medio de la pandemia, el rebrote de fin de año y la temporada de verano, pensar en shows en vivo y con público parecían toda una utopía.
Sin embargo, la luz al final de túnel comenzó a verse. Para los primeros días de enero La Plaza de la Música en Córdoba empezó a recibir los primeros shows presenciales y con protocolos Covid. Ulises Bueno, Las Pastillas del Abuelo, Los Palmeras. De ahí la réplica que se generó en Rosario con el Anfiteatro Municipal como lugar elegido. Divididos, Abel Pintos, Ciro y Los Persas, Don Osvaldo, La Delio Valdez, El Cuelgue, en un escenario y en otro. Y la maquinaria que de a poco comienza a andar nuevamente. No es sencillo para nadie, para los músicos, para los trabajadores y para los espectadores, pero se está en el camino de retorno.
Es cierto, no será un febrero al aire libre y con 60.000 personas todas juntas en el mismo ámbito. Para esa vieja normalidad falta mucho aún, pero lentamente los recitales presenciales comienzan a ser parte de esta nueva normalidad. No es lo mismo ver un show sentado en una butaca, todo el tiempo con barbijo y sin poder moverte de tu lugar, pero es el paso necesario para que en algún momento se pueda volver a lo que era. El 2020 no permitió música en vivo con público y hubo que acostumbrarse al streaming. Hoy la realidad comienza a ser otra y es tiempo de adaptarse.


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