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Información General Martes 8 de Febrero de 2022

Diez años sin Spinetta

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REDACCION

Por REDACCION

Con 62 años recién cumplidos, una intensa trayectoria de más de 40 años y una rica y audaz obra portadora de una originalidad y belleza inusitadas, cuya exploración aún hoy no se agota y ofrece siempre nuevas y reveladoras aristas, el 8 de febrero de 2012 moría Luis Alberto Spinetta y dejaba un legado fundamental para la cultura argentina, basado en una búsqueda permanente sin concesiones.
Figura central del rock argentino, Spinetta expandió los límites de este movimiento con una lírica inusual para el género; un inquieto estilo musical propio forjado con influencias que fueron reinterpretadas desde sus particulares y arrojadas lecturas; y, fundamentalmente, una coherencia en su postura artística que nunca se vio contaminada por los dictados de las modas o los mandatos del mercado, aunque siempre atento a las nuevas tendencias.
Como si todo eso no bastara, este artista se destacó además como un brillante intérprete, alejado de ortodoxias, creador de una expresiva forma de cantar y tocar la guitarra, imposibles de imitar.
Estas particularidades dieron vida a una obra integrada por cientos de composiciones repartidas en más de 40 discos -casi todos ellos de un nivel superlativo-, cuya apreciación pareciera ser inagotable, incluso luego de innumerables atentas escuchas.
El personal estilo de Spinetta, la profundidad de sus creaciones y su intransigente postura artística lo convirtieron en una figura altamente respetada e, incluso, venerada; aunque, salvo algunas excepciones, esto generalmente no tuvo su correlato en la difusión mediática de su obra ni en la venta de discos o entradas para sus conciertos.
Desde su Bajo Belgrano natal, Spinetta creció al calor del tango, el boom del folclore, Los Beatles, el jazz, la pasión por el dibujo, la poesía y lecturas de autores como César Vallejo y Julio Cortázar. Desde las aulas de un represivo colegio de curas, comenzó a darle cauce a distintos canales de expresión junto a su compañero y compinche Emilio del Guercio.
Todo eso confluyó y se materializó en Almendra, grupo seminal del rock argentino, que en su homónimo primer disco desplegó todo un novedoso universo lírico y musical, que contemplaba personales lecturas de las influencias recibidas de Astor Piazzolla, el rock, el jazz y algunos fenómenos de la canción de la época, como el caso del español Joan Manuel Serrat.
Las drogas psicodélicas en boga en pleno hippismo y las lecturas de los poetas malditos marcaron las siguientes experiencias de este artista que, tras la experimentación en el segundo disco de Almendra, disolvió al grupo en pleno éxito y se embarcó en una experiencia que, siguiendo los pasos de los llamados "poetas malditos", incluyó un disco casi dadaísta, improvisado en estudio ("Spinettalandia y sus amigos"), y un viaje iniciático por Europa.
A su regreso, producto de la influencia del rock duro de Led Zeppelin y de sus intercambios con Pappo, forma en 1972 Pescado Rabioso.
La siguiente experiencia, que se extendió hasta 1976, fue Invisible, un trío junto a los ex Pappo´s Blues Machi Rufino y Pomo Lorenzo, que combinaba arrestos rockeros con pasajes de delicadas y artesanales exploraciones sonoras, que contrastaban con la moda acústica imperante en el rock argentino, de la mano de números como Sui Generis, León Gieco y Raúl Porchetto, entre otros.
Tras el agridulce regreso de Almendra entre 1979 y 1980, que dejó un saldo de un disco en vivo, una gira nacional y una nueva placa con nuevas canciones que pasó desapercibida ("El valle interior"), formó Spinetta Jade, un proyecto que en cuatro discos recorrió una paleta sonora que partió de la fusión, pasó por el llamado A.O.R. (Adult Orient Rock), hizo escala en una música y lírica de tintes urbano, y concluyó en una propuesta que dio cuenta de las programaciones y los sonidos digitales que imponían las nuevas tendencias.
Desde 1985 Spinetta se concentró en una carrera solista, con algunos momentos esporádicos de gran difusión, como ocurrió con el disco "Tester de violencia" (1988) y el hit "Seguir viviendo sin tu amor", incluido en "Pelusón of milk" (1991).
Enfrentado con la industria discográfica se llamó a silencio en la primera mitad de los ´90 para regresar, a instancias de su hijo Dante, con un power trío al que bautizó Los Socios del Desierto, una incendiaria propuesta que también chocó con los mandatos del mercado.
Con propuestas más orientadas a la fusión en formato de canción, Spinetta transitó su última década con una renovación joven en su público, que supo comprender el valor de este artista.
La apoteótica noche del 4 de diciembre de 2009, saldó las cuentas con su historia y se aventuró en un inédito concierto en Vélez en el que revisitó todas sus bandas. Cuando se quiera tener un panorama claro de legado de Spinetta en la música argentina, este show plagado de grandes figuras invitadas llamado "Las Bandas Eternas" dará la respuesta inequívoca y definitiva. TÉLAM

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