El Papa Francisco dispuso que este domingo 29 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia, los obispos diocesanos celebren la Eucaristía como apertura solemne del Año Jubilar en todas las catedrales y concatedrales del mundo, siguiendo un ritual específico pensado para la ocasión. “Que la luz de la esperanza cristiana pueda llegar a todas las personas, como mensaje del amor de Dios que se dirige a todos. Y que la Iglesia sea testigo fiel de este anuncio en todas partes del mundo”. Este es el pedido que hizo el Santo Padre para el Jubileo Ordinario de 2025 en la Bula de Indicción del Año Santo Spes non confundit.
En Rafaela, monseñor Pedro Torres presidió anoche la solemne apertura del Año Jubilar en la Diócesis, en el marco de una ceremonia que se llevó a cabo en la Catedral "San Rafael Arcángel". Y durante los primeros días de Enero, se sucederán distintas celebraciones en el resto de los decanatos, habilitando otras iglesias jubilares, que durante todo el 2025, será motivo de distintas peregrinaciones.
El obispo Torres encabezó, previamente, la Procesión de las Velas cuyo punto de partida fue la esquina de bulevar Roca y Colón, en el perímetro interno de la Plaza 25 de Mayo. Desde ahí, los peregrinos avanzaron hasta la sede de la Catedral donde se efectuó la misa central.
"Feliz Navidad, y feliz inicio del Jubileo. Es un día y un tiempo de alegría, de ahí viene la palabra júbilo. Qué gracia poder iniciar un tiempo de misericordia, de esperanza, de ensanchar el corazón", señaló monseñor Torres en su mensaje durante la misa. "Qué impactante la palabra de Dios. La palabra nos transforma el corazón. Y pidamos una vez más la gracia de escuchar. Como dijo el Santo Padre esta mañana, cuando explicó por qué María y José son modelo de familia, porque entre ellos dialogaban. De ahí la importancia de escuchar", subrayó en su homilía.
"Un Año Jubilar es para descubrir las esperanzas que tejen la tramada de cada día. Esa esperanza silenciosa, paciente. El Papa nos invita en la Bula que tengamos paciencia. Da la impresión que el mundo está enfermo, que no sabemos vivir, que no sabemos ser felices. Pero podemos aprender. El Jubileo es un tiempo para aprender las esperanzas. La vida se ordena cuando amamos, cuando caminos juntos", expresó Torres. "Podemos ser servidores de la esperanza", subrayó.
"Un 28 de diciembre hemos vivido con mucho calor. Estaba haciendo trámites y decidí ir a visitar a mi mamá que vive en un departamento. Hacía tanto calor que mi mamá algo fresco me iba a dar. Me subo al ascenso y se trabó entre dos pisos. Estaba solo ahí. Menos mal que existen los celulares y llamé a mi mamá, quien a su vez llamó a la portera, quien me gritó Pedrito, ya llamo al técnico. Ahí fue sentarse a esperar, una pequeña esperanza. Llegaron los técnicos y me sacaron. Pero pensaba, ¿no es esta la enfermedad del mundo de hoy que nos hace creer que la vida es solo esto? La vida es más que esto", afirmó. "Hay que aprender a ser feliz. Nadie puede ser feliz solo. Por eso la esperanza nos compromete en la solidaridad", resaltó monseñor Torres.
Año Jubilar
El Papa Francisco presidió en el Vaticano, el pasado martes 24 de diciembre, la misa de Nochebuena, con el rito de apertura de la Puerta Santa, una tradición de 600 años que marcará el inicio solemne del Jubileo 2025. "El rito de paso por la Puerta Santa pretende expresar, para cada peregrino de la esperanza, el deseo de un encuentro con Cristo y con los miembros de su cuerpo, que es la Iglesia", afirma el Libro de Celebración, publicado por la Santa Sede.
Según el Vaticano, la adopción de una Puerta Santa se atribuye al Papa Martín V quien, con motivo del Jubileo Extraordinario de 1423, la abrió para entrar en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma. En el Vaticano, la presencia de esta tradición queda atestiguada en el Jubileo de 1450, con una puerta tallada en la pared trasera de la capilla dedicada por Juan VII a la Virgen María, lugar donde aún hoy se encuentra.
La Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice indica que Alejandro VI, en 1500, dio protagonismo a ese signo inaugural del Jubileo, con un ritual que se mantuvo prácticamente inalterado a lo largo de los siglo: la retirada del muro de ladrillo, el cual fue reemplazado por la apertura de las dos puertas de la puerta de bronce, en 1983.
El Jubileo, que tiene sus raíces en el año sabático judío, explica el Vaticano, "consiste en un perdón general, una indulgencia abierta a todos y la posibilidad de renovar la relación con Dios y con los demás", indulgencia que implica obras penitenciales, incluidas peregrinaciones y visitas a iglesias.
A lo largo de la historia de la Iglesia, hubo varios años jubilares. Treinta, para ser precisos. El primero fue convocado por el Papa Bonifacio VIII, en 1300; y el último por el Papa Francisco, en 2016, declarado el Año Santo de la Misericordia.
Diócesis de Rafaela
Desde la Diócesis de Rafaela informaron los lugares y horarios de las distintas celebraciones que se desarrollarán en los próximos días en el ámbito de su jurisdicción:
-En el decanato 1:
Parroquia “Santa Juana Francisca F. de Chantal” de Villa Minetti el 1 de enero a las 20 hs.
Parroquia “Nuestra Señora de la Merced” de Tostado el 5 de enero a las 20 hs.
Parroquia “San Cristóbal” el 5 de enero a las 20 hs.
-En el decanato 2:
Parroquia “Asunción de María Santísima” de Arrufó el 5 de enero a las 20 hs.
-En el decanato 3:
Parroquia “San Carlos Borromeo” de Sunchales el 1 de enero a las 20 hs.
-En el decanato 5:
Santuario “Virgen del Milagro” de Saguier el 5 de enero a las 20 hs.
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