Por REDACCION
Por José Pepe Marquínez
Siguiendo con la referencia a los deportes que introdujeron los ingleses en nuestro país, hoy aludiremos al polo, remo y golf. En anteriores entregas mencionamos al cricket, turf, hockey, rugby y fútbol. Respecto al juego del polo lo abarqué sucintamente al referirme a las carreras de caballos. Aparece por primera vez en la Argentina el 8 de enero de 1874 donde en la estancia “Buena Suerte” de Azul se disputaron 3 partidos de polo. Previo a ello, se habían desarrollado 4 carreras de caballos “a la inglesa”.
Esta última información se encuentra en crisis, habida cuenta que existe otra versión en la cual se alude al primer partido realizado en Sudamérica el cual se realizó en la estancia “El Negrete” de Ranchos, provincia de Buenos Aires propiedad de David Anderson Shennan.
Muchos partidos jugados en la ocasión en “El Negrete” los disputaron los equipos “Ciudad” versus “Campo” y para equilibrar poderío, este último lo hacía con un jugador menos.
De cualquier manera y por muchos años, estos escenarios “Buena Suerte” y “El Negrete” fueron centros de polo en la Argentina.
En 1884 - 10 años después del primer juego - este deporte se traslada a la ciudad. Se enfrentaron el Buenos Aires Polo Club de Flores y un equipo de Bahía Blanca. Respecto a este encuentro el periódico Herald de la colectividad, afirmaba: “nuestros lectores deben saber que este es un deporte que se juega a caballo o más bien en ponis con 5 o 6 jinetes de cada lado, cada uno armado con un bastón curvado en el extremo, con el que tratan de conducir una bola al extremo del campo contrario”.
Afirma luego el Herald “nos alegramos de ver que este noble juego haya sido introducido en este país por los ingleses”.
En cuanto a la regata, los británicos aprovecharon las cercanías del Río de la Plata por lo cual ya se practicaba hacia 1860. Las competencias fueron organizadas formalmente por la Boating Society la que ostentaba amarradero propio en el muelle de la ciudad. A raíz de una fuerte tormenta que afectó las instalaciones, cesó la actividad de este deporte por espacios de casi 10 años.
Sin embargo, se considera el nacimiento oficial del remo a la primera regata en el río Luján el 12 de febrero de 1871. En 1873 se organizó la segunda competencia en el Buenos Aires Boat Club. Entre los encumbrados espectadores se encontraba Domingo Faustino Sarmiento, el Ministro Británico Lionel Sackbille, West y el cónsul Ronald Bridgell.
Alumnos del colegio escocés de Tigre fundaron el Tigre Boat Club, quien tuvo por muchos años fama de contar con los mejores botes de la Argentina.
Citando al juego del golf se admite tal como se lo concibe ahora, que nace en Escocia y ya en 1744 se crea la primera asociación de jugadores del país. Como curiosidad digamos que en sus orígenes se practicaba en las calles, pero llegó la prohibición por parte de la autoridad, habida cuenta que su desarrollo ocasionaba daños materiales tales como la rotura de puertas, ventanas y lesiones a personas y animales. A raíz de ello su práctica debió trasladarse al campo. Primigeniamente se jugaba con traje de gala y era una actividad exclusiva para hombres.
El golf participó por primera vez en un juego olímpico llevado a cabo en París en 1900.
En marzo de 1892 se realizó en el Hurlinghan Club de Buenos Aires el primer juego organizado, con un recorrido de nueve hoyos y en 1895 comenzó a funcionar el “Rosario Golf Club” el cual pronto cesó en sus actividades ya que no se disponía del material; éste debía ser importado y estaba afectado por impuestos muy gravosos lo que dificultaba su ingreso.
Los ferrocarriles británicos tuvieron mucha responsabilidad en su difusión; se fundaron varios clubes dedicados al golf: el Pacific Railway Club (1907), el Bahía Blanca Golf Club (1900), el Golf Hotel de Sierra de la Ventana (1911) y el Mar Del Plata Golf Club (1900), entre otros.
En 1931 se llevó a cabo en el predio de la Sociedad Rural de Palermo la primera Exposición Británica en la Argentina y fue inaugurada el 14 de marzo de ese año. Los objetivos perseguidos radicaban en la necesidad de estrechar lazos entre ambos países, acercarlos comercialmente y participar del progreso material y cultural de ambas comunidades. Llegaron desde Inglaterra para participar en la ocasión S.A.R. Eduardo de Windsor, príncipe de Gales y Jorge Eduardo duque de York. Ambos personajes pertenecientes a la realeza británica fueron asiduos practicantes del golf, habiendo participado en torneos no sólo en Buenos Aires sino también fuera de ella como por ejemplo Mar del Plata.
Bibliografía: “Tres siglos de Presencia Británica en la Argentina”. Andrew Graham Yooll.
1889-1939 “Argentina los años dorados”. Dodero- Cros
Continuará
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