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Hábitat Lunes 24 de Febrero de 2020

Sambódromo de Río de Janeiro

Originalmente llamado Pasarela Profesor Darcy Ribeiro, diseñado por Oscar Niemeyer.

CAUD5

Por CAUD5

Escrito por José Tomás Franco
Durante estos días se celebra el tradicional Carnaval de Brasil, evento que se realiza todos los años en los distintos sambódromos del país. Uno de ellos es el Sambódromo de Río de Janeiro (llamado originalmente "Passarela Professor Darcy Ribeiro"), diseñado por Oscar Niemeyer y compuesto de una larga pasarela de 700 metros y un área de dispersión para las agrupaciones.
La pasarela se encuentra en la Avenida Marqués de Sapucaí en la ciudad de Río de Janeiro. La mayor parte de la calzada se encuentra en el centro de la ciudad pero su parte final, después de la avenida Salvador de Sá, pertenece al barrio de Cidade Nova. Su interesante historia, después del salto.
Niemeyer vuelve a Brasil en los años 80, al comienzo de la apertura política, cuando el gobierno de João Figueiredo le da amnistía a los exiliados. En ese momento, el antropólogo Darcy Ribeiro, amigo de Niemeyer, era vice coordinador de Brizola, ex exiliado y gobernador de Río de Janeiro elegido en 1982.
Para consolidar los proyectos educativos y culturales de Darcy Ribeiro, Niemeyer diseña el Sambódromo de Río de Janeiro, el que fue construido en tiempo récord para el carnaval de 1984, durante cuatro meses de trabajo. De acuerdo a la página de Niemeyer, el proyecto buscaba devolver el desfile a la gente, dejando libre la planta baja de las graderías para permitir las vistas desde el exterior. Por un lado, la estructura consiste en 6 bloques dispuestos a 30 metros de distancia, con el fin de generar plazas populares. Por el otro, un gran bloque de cabañas que sigue hasta el final del edificio de Brahma (ya demolido).
Único proyecto en el mundo en su tipología, dota a la ciudad de un equipamiento urbano permanente para la exhibición del tradicional espectáculo. Inaugurado en 1984, marcó el inicio de los desfiles de las escuelas de samba en el sistema de dos noches. Su estructura en elementos prefabricados de hormigón, cuenta con cerca de 700 metros de largo, y antes de la reforma, contaba con una capacidad para 60.000 personas. 
Al final de la pasarela, las gradas se separan para crear una gran plaza llamada Apoteosis, donde también se encuentra el Museo de Samba y el gran escenario - que se abre a la plaza y al Museo de Rua Frei Taza. Completa la composición un gran arco que marca el final del espectáculo.
El diseño permite otros usos durante el año: escuelas, jardines de infancia, centros de salud, talleres de artesanía, etc. Y la plaza como escenario de grandes acontecimientos culturales y sociales de la ciudad.

28 años después el proyecto se completa

Veintisiete años después de su construcción, el Sambódromo sufrió grandes cambios a través de las reformas realizadas para los Juegos Olímpicos de 2016. La obra, que se inició poco después del Carnaval de 2011, contó con cerca de 600 trabajadores que se alternaban en turnos, manteniendo las obras en ejecución durante las 24 horas del día.
La reforma aumentó el número de asientos a 78.000. Para permitir la construcción de nuevas gradas, se implosionó todo el edificio de la antigua fábrica de Brahma, sumando un nuevo bloque con cuatro módulos de gradas y boxes, incluyendo áreas para la instalación de baños públicos, centros médicos, sala de seguridad, áreas de servicio y un espacio para el jurado. La reforma tuvo el respaldo de Niemeyer.
La instalación, que se adapta cómodamente a personas con movilidad reducida, ha ampliado el número de puestos, de 1094 a 1823. Además, se renovaron las instalaciones existentes a través de la reparación estructural y la pintura de todos los sectores, la renovación del museo y el escenario de la Plaza de la Apoteosis, al final del Sambódromo.

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