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Hábitat Lunes 30 de Julio de 2018

El arquitecto viajero: Florencia, arte y arquitectura renacentista

Al caminar por Florencia parece que se vuelve en el tiempo al siglo XV, época dorada de la ciudad. Se respira el arte y la arquitectura renacentista por todos lados.

CAPSF

Por CAPSF

Un sueño pendiente era conocer el viejo continente. En la facultad, como alumnos estudiamos la cultura del viejo mundo, el arte y la arquitectura. Siempre pensé que algún día estaría viendo en vivo y en directo lo que en ese momento veía en los libros.

Luego de mucho tiempo de planificarlo se pudo concretar en los meses de septiembre y octubre de 2017 (meses que recomiendo por el clima agradable en estas ciudades). Los destinos elegidos fueron Roma, Florencia, Verona, Venecia, Paris, Barcelona y Madrid en un lapso de 24 días. El desafío inicial fue programar el viaje, eligiendo la cantidad de días para permanecer en cada sitio y armando un itinerario diario, ciudad por ciudad, con las principales cosas que queríamos conocer en cada una de ellas. El tiempo invertido en esta tarea fue totalmente provechoso ya que nos ahorró muchísimo tiempo durante el viaje.

Una de las ciudades que más llamó mi atención fue Florencia, conocida por los italianos como Firenze. La describiría como la Ciudad del Arte. Para quienes la visiten encontrarán en ella una metrópolis, no tan grande como otras ciudades del mundo, pero sí con una gran cantidad de museos y galerías relacionados a diversos campos del arte.

Lo que más disfrute de esta ciudad fue recorrer sus calles, perderme en ellas, descubriendo cosas nuevas a la vuelta de cada esquina. Al caminar por Florencia parece que se vuelve en el tiempo al siglo XV, época dorada de la ciudad. Se respira el arte y la arquitectura renacentista por todos lados. Ejemplos de ello son la Galería de los Uffizi (contiene algunas de las obras de arte renacentistas más importantes como el David de Miguel Angel), el Palazo Pitti, el Ponte Vecchio (unos de los símbolos principales de la ciudad), entre otros.

Uno de los edificios que estudié en la facultad y tuve oportunidad de conocer en el viaje fue la catedral de Santa María de la Flor. Ésta se encuentra ubicada en la plaza del Duomo, junto a otros edificios como el Campanario de Giotto y el Baptisterio de San Juan. El Duomo de la catedral de Florencia, obra cumbre de la arquitectura renacentista italiana, se puede observar desde cualquier parte de la ciudad con su cúpula de tejas tan característico de la arquitectura Toscana.

Catedral de Santa María del Fiore

La construcción de la cúpula de la Catedral de Santa María de la Flor es uno de los mayores retos al cual puede enfrentarse un arquitecto en cualquier época de la historia. En 1419 se convocó a un concurso para cubrir con una cúpula el gigantesco tambor octogonal que quedó sin cerrar desde los tiempos de la construcción de la catedral en el siglo XIII. Varios arquitectos de toda Italia presentaron sus soluciones, siendo elegida la oferta de Filippo Brunelleschi.

La solución de Brunelleschi suponía que se podría construir la gran cúpula sin la necesidad de utilizar costosas cimbras y sobrecargar el tambor octogonal sobre el que se asentaría la cúpula para compensar los empujes. Para ello decidió que los arcos que definirían su forma fuesen apuntados, permitiendo así que la carga vertical fuese superior a la horizontal, que era la que produciría los mayores empujes laterales haciendo que peligrara su integridad. Además, diseñó una cúpula doble con una cúpula interna y otra externa, en un sistema en el cual la cúpula interna soportaría las cargas de la externa y las llevarían al tambor, quedando un espacio entre ambas.

La cúpula externa, partiendo de un octógono, quedaría con ocho plementos articulados por medio de ocho grandes nervios construidos de piedra y mármol, mientras que los plementos, hechos de piedra, estarían recubiertos de ladrillo cocido colocado en forma escalonada para darle mayor rigidez. La cúpula interna en cambio tendría una estructura a base de grandes nervios en ambos sentidos para sostener el peso propio y el de la cúpula externa. En su interior estaría cubierta por mampostería quedando así lisa hacia el crucero.

Se considera a la cúpula de la catedral de Florencia como la primera obra de arquitectura del renacimiento por las numerosas novedades que presenta y por el hecho de que se aparta de los modelos góticos precedentes. Constituye una de las grandes obras de la arquitectura de todos los tiempos y es todavía hasta hoy el símbolo más famoso de la ciudad de Florencia.

 

DSCN5264                 Catedral Santa María de la Flor. Foto Arq. Ghiano

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