Por CAPSF
Viajar, al igual que para muchos, es parte de mi vida. Siempre estoy pensando en nuevos destinos y soñando con conectar nuevas experiencias con mí día a día y en ese proceso ir creciendo. Esta aventura que me gustaría contarles tiene un significado muy especial para mí, ya que en ese lugar pude conectar dos pasiones: la arquitectura y viajar.
Cuando terminé la facultad tenía decidido emprender una nueva aventura en el exterior. No sabía muy bien a dónde y cómo, así que me encamine por estos programas de trabajos en vacaciones – working holiday o work and travel- y allí desembarque en Dublín, Irlanda.
Estos programas en el exterior tienen la característica de habilitarte una visa de trabajo durante un tiempo, y de esa manera podes generar algunos ingresos para seguir viajando y conociendo lugares. En este sentido, nunca tenía pensado trabajar de mi profesión ya que lo veía difícil y siempre apuntaba a trabajos de medio tiempo en tiendas, restaurantes y ferias. Pero entre curriculum y curriculum que armaba, algunos, con poco esperanza, iban a para a estudios de arquitectura.
La Arq. Bonetto llevó adelante en Dublín diversas remodelaciones en viviendas familiares
Y fue así que logre concertar tres entrevistas, para tres estudios diferentes mientras atendía un puesto de bijouterie en una feria a las afuera de Dublín. Cada entrevista era para mí todo un torbellino de sensaciones, por la ansiedad de conseguir el puesto, las inseguridades de no saber si sabía lo suficiente y por los nervios de no poder expresarme con claridad, si bien mi ingles era fluido no contaba con lenguaje técnico, propio de la arquitectura.
Las cosas se fueron dando, hasta presentar mi porfolio, un porfolio que logré realizar con mi vieja y limitada notebook y la complicidad de una diseñadora gráfica española que conocí por esos días. Finalmente el puesto fue mío: empecé como arquitecta semi senior en Davey + Smith Architects, un estudio pequeño de 3 arquitectos que me permitió hacer de Dublín un lugar singular para el resto de mi vida.
Trabajar como arquitecta en Irlanda
Mi trabajo durante casi los dos años que permanecí en Dublín estuvo relacionado a reformas en viviendas. Remodelaciones u ampliaciones de casas un tanto antiguas que deseaban agrandar los espacios o bien repensar la distribución de los ambientes. Muchos casos fueron en viviendas donde los hijos partían de sus hogares y los padres decidían aprovechar mejor el espacio, teniendo en cuenta que las dimensiones de los hogares en Irlanda son muy reducidas. La escasa extensión territorial – similar a la provincia de San Luis en Argentina -y por ende el alto costo de los terrenos, no permite amplias construcciones, exigiendo al máximo el aprovechamiento de cada metro cuadrado de superficie. Por otro lado, muchas de las construcciones son antiguas y el gobierno exige conservarlas por cuestiones de patrimonio urbano, especialmente las fachadas, imponiendo una serie de requisitos que condiciona mucho a la hora de proyectar cualquier reforma arquitectónica.
La Arq. Bonetto llevó adelante en Dublín diversas remodelaciones en viviendas familiares
En cuanto a los materiales, las bajas temperaturas son un factor determinante al momento de construir. Se construye mucho con bloque de hormigón, muros dobles con aislación y en tanto en el interior, para entrepisos y techos se usa la madera. Por la misma razón de las temperaturas, se busca mucho la entrada de luz natural y por ello el vidrio también es un material utilizado en las construcciones, obviamente con alto espesor. En este sentido, el mayor porcentaje del presupuesto de construcción se destina a las paredes y pisos, de buena calidad para evitar luego comprar artefactos para calefaccionar los ambientes. En Irlanda la principal matriz de energía es eléctrica y es un servicio costoso.
Por todo esto es que mi trabajo me implicó un doble esfuerzo, ya que todo lo aprendido en Argentina no era directamente aplicable a las exigencias europeas y lo mismo me pasa en la actualidad, con muchas ideas que persisten en mí y que dada las diferencias tecnológicas, económicas, climáticas y culturales no son aplicables en nuestro territorio.
Arquitecta viajera
Melina Bonetto
33 años
Recibida de la Universidad Nacional de Rosario
Trabajó 2 años en el Davey + Smith Architects Dublín - Irlanda
Actualmente se desempeña como Coordinadora de obra en una empresa constructora en Buenos Aires.
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