Un problema de todos

No se trata de un nuevo problema social pero sí es cierto que la cuestión de la violencia de género o contra la mujer se hizo más visible en los últimos años en todos los ámbitos y en todo el mundo. En esta ciudad, un promedio de 70 rafaelinas denuncian ante la Comisaría de la Mujer haber sido agredidas según datos proporcionados por Grupo Florentina, un espacio conformado hace algo más de dos años para asistir a las víctimas de este tipo de delitos, desde la ejecución de acciones para crear conciencia o sensibilizar hasta brindar asesoramiento sobre cómo deben proceder para protegerse. 

Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 1999 a pedido de República Dominicana como un reconocimiento a las tres hermanas Mirabal, asesinadas un 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

La violencia de género es considerada una pandemia global que, pese al avance en la legislación específica y de la acción de los Estados para defender a las víctimas, está lejos de ser erradicada. No es fácil para una mujer armarse de coraje y denunciar, en la mayoría de las oportunidades, a un compañero o ex compañero sentimental. 

Para advertir la gravedad de esta problemática, Amnistía Internacional advirtió que "la violencia contra las mujeres es probablemente la violación de los derechos humanos más habitual y que afecta a un mayor número de personas". Y que "en la familia y en la comunidad, en tiempos de guerra y de paz, la violencia contra las mujeres es, además de la más extendida, la violación de derechos humanos más oculta e impune".

Hace apenas unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que depende de la ONU, alertó que se requiere una mayor acción para hacer frente a la crisis oculta de la violencia contra las mujeres y las niñas". Según un reporte publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, el organismo consideró que la violencia puede ser física o sexual, mientras que un 7% está en riesgo de sufrir un asalto sexual, parámetros que son "inaceptablemente altos". "A pesar de una mayor atención mundial, los niveles de violencia -que incluyen la infligida por la pareja, la violación, la mutilación genital femenina, el tráfico y los matrimonios forzados siguen siendo inaceptablemente altos, con graves consecuencias para la salud física y mental de las víctimas", puntualizó en el documento.

De acuerdo al estudio, la OMS estimó que a nivel global una de cada tres mujeres sufrió violencia física o sexual por parte de su pareja a la vez que un 7% corre riesgo de ser víctimas de una violación a lo largo de su vida. Asimismo, indicó que entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres en todo el mundo sufrieron la mutilación genital femenina, con más de 3 millones de niñas que corren el riesgo de ser víctimas de esta práctica cada año solamente en Africa. Además, denunció además que unas 70 millones de niñas en todo el mundo se casaron antes de cumplir los dieciocho años, muchas de ellas en contra de su voluntad.

Para la OMS, a pesar de que "crecieron los recursos para apoyar a las mujeres y las niñas en las secuelas de la violencia (por ejemplo, acceso a la justicia y la atención de emergencia), las acciones para hacer frente a la desigualdad de género y otras causas de la violencia son necesarias para prevenir todas las formas de abuso, y por lo tanto reducir la violencia en general".

En la Argentina, en abril del año pasado se puso en  marcha la línea gratuita telefónica nacional 144, en el que las mujeres víctimas de violencia de género pueden encontrar contención, información y asesoramiento durante las 24 horas de todos los días del año. 

Las estadísticas del país son contundentes, según el Observatorio de Femicidios en Argentina "Adriana Marisel Zambrano", que depende de la Asociación Civil La Casa del Encuentro. En los últimos cinco años se registraron 1.236 femicidios lapso en el que también se produjeron otros 95 femicidios vinculados de varones y de niños. 

En Rafaela se observa una reacción ante este problema social, con el objetivo de buscar cambios en el pensamiento y en el comportamiento. La formación de Florentina, integrada por mujeres que destinan parte de su tiempo sin recibir nada a cambio para ayudar a mujeres que padecen violencia de género, es un buen comienzo. Precisamente este espacio pedirá a las autoridades municipales que impulse acciones para acompañar a las víctimas y desarrolle estrategias de prevención y sensibilización ciudadana. Además, hay un proyecto en el Concejo Municipal para crear una Dirección de Género en el ámbito del Municipio. Se trata de gestos necesarios de una ciudad que se esfuerza por ser participativa e inclusiva.